Sombras

martes, noviembre 10, 2020

 CERVERA DEL RIO ALHAMA – Vista Barranco del Tollo

Barranco del Tollo, San Gil al fondo

BARRANCO DEl TOLLO

Me costó en mis principios el conocer Cervera del Río Alhama, no el pueblo, si a los cerveranos, y si este barranco si se llamaba Royo ó Rollo, porque lo veía escrito por sus ciudadanos pronunciar y escribir de las dos maneras, hasta que un día busque la etimología de la palabra y vi que su nombre venia de tullos, de origen desconocido, la última aceptación viene del celta tullos, que quiere decir agujero. Para mí cuando di con su origen, pensé, en catalán un sitio del camino donde se acumula un charco de agua, lo llamamos un “Toll” en castellano tollo. Para mí fue un referente para siempre decidirme llamar por su nombre dicha calle, Barranco del Tollo. En todas mis cartas que te escribí a ti, Luisa, los charcos después de lluvias más o menos torrenciales, siempre dejaban huellas, sus tollos, nunca más pronuncie Toyo sin confundirme con tollo, lo que del barranco era un tollo dejado por sus yasas torrenciales, otro significado era Toyo. Según palabra definida en un busca de Internet (toyo, es algo que no dio el resultado deseado o quedo mal) yo no soy un etimólogo ni siquiera se pronunciar bien mis dos idiomas el Español y el Catalán, aunque me hago entender en los dos, el que me escucha con buen oído ya que mi voz cada día se apaga más y no es consecuencia del coronavirus con mascarilla, no quiero achacarlo a tal extremo del virus por muchos científicos médicos de muertes en hospitales achacadas al siempre vivo coviD-19. Muchas son muertes por decadencia de años acumulados de enfermedades de años cumplidos achacadas al coronavirus. Yo soy de riesgo de asma interrumpida por el alveolo en mis pulmones ennegrecidos, en su acumulación de aire no se sí contaminado o por una pulmonía en mi juventud en un campo de FET y de las JONS. Los pulmones no dan más de si son viejos. Demasiado usados para las funciones de respirar. No sé como aguanto, bueno, me ayuda el Ventolín un fármaco pulmonar respiratorio, y si me dejan ir las resoluciones políticas de cada autonomía, los aires de Cervera del Río Alhama capital de la biosfera de La Rioja baja, que ni la propia comunidad le da la importancia que se merece a tal nombramiento. No solamente el hombre vive de buen vino, (que diría en mi pensar, necesaria para la salud) también respiro y esto lo puedes encontrar, las dos cosas juntas en el pueblo donde respirar y beber son sinónimo de bien estar, esto Cervera te lo puede dar. ¡Si te dejan la autoridades… a por Cervera R. A!. 

Esta parrafada me ha salido espontánea de la etimología del virus y del asma, siendo verdad todo lo que yo siento y cuento de dicho tema, tu sabes bien porque yo conocí Cervera gracias a mi enfermedad. El asma me acerco a ti, tu pueblo fue el Cupido que lanzo sus flechas emponzoñadas de amor intenso, sino en los dos, si me cautivo en mi. 

¡Cojones! Me vuelvo apartar del tema, quiero hablar del Barranco del Tollo, de su barranco, que da nombre a la calle. Esta foto seguramente que no está hecha por mi ya que está hecha con un móvil de última generación de algún familiar próximo, seguramente si busco podría encontrar una foto de mis tiempos parecida, no tiene importancia los años de la foto, las piedras envejecen despacio nosotros en segundos, si su contenido actual, que mucho no habrá cambiado nuestros segundos de existencia cerverana. El barranco como se ve no es un gran barranco de anchuras mil, ni siquiera lo podríamos llamar barranco más bien cárcava un pequeño arroyuelo en tiempo de lluvias, pero este pequeño barranco en días de lluvia bajan barrancadas o yasas de gran cantidad de aguas que sus vecinos, ya en tiempos remotos solucionaron haciendo pequeños diques en sus casas para que sus aguas no invadieran sus portales, pero sus torrenciales aguas dejaban pozos en la calle, tollos y supongo que su nombre bien dado es de apodo Tollo, y de nombre Barranco 

El Barranco según se mire a la derecha te vas a encontrar los restos de un Castillo no por cierto muy bien cuidados, si vas andando por los senderos Peña Amarilla y montes a raudales con aromas mil que podrás inhalar tus pulmones de aire sano seco de virus contaminante y mierdas acumuladas. Si vas por tu izquierda por un sendero mas transitable, si es en agosto plantas de Té de Roca con que poder hacer una buena infusión en tu casa añadiéndole un chorrito de anís, de las Cadenas , del Mono o Mari Brizard según tus preferencias políticas, también encontraras eras en desuso eras de suelos de lozas amarillas, ya no pisadas por caballerías y cabañas derruidas por el paso del tiempo, aparecerá en tu camino La Ermita de la Virgen del Monte, Cementerio y siguiendo el sendero-caminino hacia el monte podrás llegar al Pirinolo, y más arriba la Fuente del Chujo y a la izquierda de la fuente del Chujo un sendero que te llevara hasta la fuente del borbollón y de allí andando hasta la Pradilla donde podrás beber agua de un abrevadero de ganado entre montes cercanos a la sierra del Alcarama o de donde sea. Un bonito andar de tiempos de años sesentones. Me dejaba, después puedes bajar por el camino del Tolmo dirección Cervera, puede que en todo mi contar algunas de mis pensares puedan fallar, pido perdón si a mis casi noventa años algún falso existe en mi contar. Recurro algún cerverano que todo este recurrido lo pueda avalar y testificar. 

El CoviD-19 sigue con resoluciones políticas cada vez más desastrosas para todos. Para que contar si el panorama nos está agotando. 

—Hoy me deslumbras con tus historias de antaño andadas por ti y tu orientación toponímica de los lugares pisados por ti en mi pueblo, no será que confundes ajos con cebollas en tu contar, me dejas perplejo en tu recorrido te has dejado la visita a la fuente del Chujo en cima del Perinolo un lugar con una fuente que aparece y según que años desaparece. Veo en ti que conservas años de recuerdos andados por estos montes tan míos que yo ni siquiera recorrí por ser mujer con derechos limitados, que yo nunca supe andarlos por tener siempre miedos de lo que dirán por ser fémina, la mujer en casa con la pata quebrada, frase hecha en mis tiempos de moza, que las mozas teníamos que guardar las apariencias en todo nuestro hacer, nunca llegue más lejos que el castillo, la caseta, los Baños o Cluña. El Piedralén en aquellos momentos ni que fuera el Himalaya, cuantos tabúes teníamos las mozas de los años 1949, solo se nos permitía lavar en el río y fregar los cacharros y con el balde cargado de platos y pucheros encima de la cabeza con la rodilla como base para dar más estabilidad a la cuestas para llegar a casa. Allí nos esperaban las alpargatas para coser los tomos, con alegría, era tan simple nuestra vida cotidiana, que el conocerte a ti se me abrió otro mundo, que todos mis amigas y familiares dudaron de un catalán “futut“ como tú. Las personas crean prototipos según les va a cada uno y después critican y ridiculizan sin darse cuenta que ellos también son ridiculizados por sus formas de actuar. En todas partes se cuecen habas y en mi casa a carretadas, así termino en mi descansar. 

Te quería contar algo de Donald Trump pero creo que no vale la pena, este señor se cuenta solo, desde mi lugar hasta los muertos nos alegramos, es difícil de entender los votos que ha tenido a su favor. El pensar de las gentes es tan imprevisible que por mucho que uno piense, siempre salta lo imprevisto, que es la sin razón.¿Oh no es así? 

Cuídate que el CoviD-19 no te altere tus arritmias, no vale la pena, pronto os meterán la vacuna millonaria para los laboratorios y volveréis a sonreír con cara grotesca de mascara griega. Pero por Navidad en casa y el que pueda ponga mesas de seis comensales a un que sean familiares y a descansar, no te olvides del cava, bébete las copas que quieras y brinda por mi yo te seguiré sin ver ni oír ni hablar, pero con amor mortuorio profundo.— 

Cuantas verdades dices en tu contar, desde el limbo dónde tú estás, pero una cosa es decirlo desde dónde tú estás y otra es ir sin mascarilla dónde estoy yo. Aquí te aporrean por desacato a la autoridad y las miradas de conocidos son pérfidas. Hay que seguir las normas extrapolares que no van a ninguna parte. Esperamos la vacuna cómo el mana de los israelitas en el desierto. Otra leyenda para contar…Te dejo cansa, no paras.

LA VIDA 

¿La vida?

Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de un río,
cuando se cubre de pájaros.

Habladme del mar. Habladme
del olor ancho del campo.
De las estrellas. Del aire.

Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llaves
como la choza de un pobre.

Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del amor: no lo recuerdo.

¿Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?

¿O sólo queda esta fosa,
la luz de una sepultura
y la canción de mis losas?

Veintidós años… ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma…

Escribo a tientas: el mar, el campo…
Digo bosque y he perdido
la geometría de un árbol.

Hablo por hablar de asuntos
que los años me borraron.

(No puedo seguir: escucho
los pasos del funcionario).

Poesia: Marcos Ana