Cuadros visionados en el Hospital Joan XXIIIGracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio dos luceros que cuando los abro
Perfecto distingo lo negro del blanco
SEGURAMENTE
YA TE CONTE LUISA
Seguramente ya te conté Lluisa, la caída que tuve con la
bicicleta, incluso los visionados cuadros que veía en el techo del hospital en
mis primeros días de convalecencia de fractura acetábulo fémur derecho; inerte
en la cama con pesas en la pierna dañada. Ahora que ya estoy en casa de mi hija
y cerca hijo y nietos estoy más tranquilo y puedo dedicarme a andar con muletas
y a ratos sin ellas y, ademas con el ordenador a reproducir mi visión de los
cuadros lo más parecido a lo que yo veía. Tal vez te extrañe que en el
frontispicio de mi blog veas una de mis visiones del hospital y dejes de ver
una foto o un cuadro de Cervera del Rio Alhama como encabezamiento de mis
escritos: no te sepa mal. Tengo ganas que tu también participes en mi visión de
pinturas escultóricas abstractas, como comprenderás, no son iguales a las que
yo veía ya que aparte se movían dentro de cuadro cambiando de formas. Así y
todo no siendo la retención de mi retícula exacta, si es parecida la esencia de
lo que yo visionaba. Todo consistía en formas en color blanco satinado con
sombra todas ellas muy suave y el fondo en un blanco mate que yo he solucionado
dándole al fondo un poco de tono para diferenciar del blanco de las formas.
Creo que te gustaran aparte de interesante por haberlas visionado en un momento
encamado y empastillado. Tú, habiendo sido siempre mi marchante, no puedo
dejarte sin opinión de estos cuadros tan simples de color y minimalistas en sus
formas, no te hagas ilusiones de verlos en telas como pinturas escultóricas, todo
dependerá de cómo éticamente me encuentre y la salud me acompañe ya que estos
cuadros los veo realizados en tela pero con relieve y todo en si lleva un
trabajo de creación y esfuerzo que a mis años, no siempre es posible realizar.
Ya te iré contando si es que realizo alguno y, para que me cuentes como enfoco
la manera de sustituirte… de marchante.
El otro día en nuestra sensualidad escrita me comentabas
que me dabas soplidos en la oreja para hacer notar tu presencia. Verdad es, que
a veces llevo los auriculares puestos demasiado fuertes y no me entero de nada,
me los quite y ahora escucho la música directa del ordenador, espero tu soplido
astral soplo-vaho de nuevo a ver si mi sensibilidad lo capta. Tengo que decirte
que mientras tecleaba el QWERTY del ordenador en mi mesa-escritorio, entre los
papeles hay bolígrafos, pinceles y lápices y uno de los lápices se cayó de la
mesa, lo recogí y lo deje donde estaba y al rato vi otra vez el lápiz en el
suelo; alguien piensa en mí, si ya sé que es mucha prepotencia por parte mía
pensar así de que alguien piense en mí, dije: ¡lápiz! con L ya está, es Luisa
que le ha fallado lo del soplo y me ha comunicado su presencia con las dos
caídas del lápiz por el suelo, dándome a entender su presencia, ¡con los
papeles que tengo encima de la mesa! me podrías haber escrito algo o por lo
menos un garabato de un corazón partido, te hubiese entendido a la primera; es
mucho pedir imposibles por mi parte, me conformo con el principio de la letra L
de lápiz para notar tu soplo-vaho astral junto a mí. En la mesa tenía dos
lápices uno marca Staedtler 2H y el otro un Faber-Castell 2B, el que se cayó
por dos veces fue el de la marca Faber, para más recochineo o consecuencia adaptadas
a mi pensar me dije: está claro el lápiz es mi epíteto de la cábala esotérica descifrada
por mi cerebro límbico; (lápiz) L, Luisa (Faber) F, Forcada… (Castells) C,
Cervera, más claro que el agua. Mensaje
recibido; me has rondado con capacidad de sueños.
El librar pensamientos tuyos y míos del astral soplo-vaho
y que puedan interesar a alguien para un buen camino de llegar a un infinito
sin problemas, no te importará, que las cuente, digo, a ti ya no te sirven para
nada y a mí relativamente tampoco, en la vejez el chochear es de viejos, no
creo que te moleste en que yo las comente en bien de los que esperamos un día
reunirnos con todos vosotros. No sé si lo leí o es de mi propia cosecha,
algunas veces pienso bien o mal, pero aun pienso y pensé —Ni pasado ni futuro
existen— presente sí, es muy fugaz: el pasado sólo para recordar y el futuro
para soñar y para contar, no hay más. El escribir y soñar contigo para mi es
pasado y futuro el presente es el aire que respiro.
Y en lo alto del cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes la mujer que yo amo
—El que me repitas tus pensamientos nunca me ha sabido
mal, como me va a saber mal, si hemos pasado sesentaicinco años juntos día a
día frente uno delante del otro, quieres más repetición y unión. Nunca me cansé
de prepararte la comida y darte lo mejor de mi yo, entonces era mi deber y
obligación, así me lo inculcaron mis mayores; la obligación era antes que la
devoción. La devoción siempre teníamos nuestros momentos ocultos dónde poder
idolatrándonos mutuamente con pasión soñadora. Puede que lo que me cuentas, tu
historieta de los lápices fuera yo en un momento de capricho soplo-vaho, puede,
la memoria me hace mala pasada y si la verdad es no mentir, te tengo que decir
que no lo recuerdo, seguramente algo tenga que ver mi paranormal sistema de
parapsicología en toda tu historia, la verdad es que me ha gustado mucho que lo
asociaras a mi soplo-vaho.
Otro aposento en nuestro frondoso bosque de madera inerte
ocupado por otro cerverano, en este caso un buen amigo mío de la juventud. El
Cayo, sin ver, ni oír, mi hablar lo primero ha sido darle un toque por no
haberme avisado y ponerle al corriente de todo nuestro sistema astral y
desearle un descanso eterno en paz infinita, es una persona que se lo merece, nunca
te daba una preocupación y la sonrisa siempre a flote de sus labios preparada
para que uno le correspondiera con la misma sonrisa. Un buen amigo.
Nuestro… o más bien tu soñar tiene que tener un fin, no
puedes pedir a un soplo-vaho astral que esté pendiente de un único pensar, sin
ver ni oír ni hablar, hasta que tú mismo te canses de escribir y yo de
contestar, por ver que lo contradicho en tu razonar te ocupa el momento de
racionalidad en tu existir. No quiero que pienses que yo ya no existo, ni que
soy un alma en pena, ni siquiera que soy un espíritu burlón con ganas de hacer
malabarismos con tu vida, ¡noooó! Existes mientras quede el ser que te recuerde,
no por ser importante personaje en vida, sino importante en amor que hayas
dejado, lo único movedizo en vuestro sistema terrenal que a través de miles o
tal vez millones de años, lo fundamental, no ha cambiado en nada. Pronto se cumplirán dos años que os deje y la
verdad sea dicha donde estoy no tengo queja, el lugar es seguro a prueba de
intentos de ocupas que quieran ocupar el sitio de uno, nadie se afana por
querer quitarte el sitio, aquí cada uno tiene su lugar prediseñado con todos
sus recuerdos almacenados en un soplo vaho astral tranquilo, silencioso, sin
odios y rencores y libre de todo pensar, un lugar ideal para reposar sin soñar.
Cuídate. Sustituirme de marchante y de lo que te de la gana, ¡Eslachao! intento en lo poco que puedo hacer, daros algo de alegría cuando me recordéis, de mis horas buenas. El cuadro visionado pienso que puede ser una fuente de inspiración para crear una serie de pinturas en tu forma de expresarte y como tú haces lo que te da la gana, allá te las apañes con tus visiones. Cada día en las alturas veo más negro lo de vuestro virus, coronavirus, esto ya no lo entiende ni el más pintado científico iberico, ¿que se pretende con tantos virus mutados a la carta? esto más que un virus parece un modus vivendi muriendo. Es que lo ponen tan a tiro para malpensar en todas las decisiones que van tomando diferentes científicos de todas partes de autonomías e incluso a nivel mundial. ¡Difícil! coordinar. No te hagas el valiente y, a pesar de todo sigue con las instrucciones dadas por personas consideradas… más preparadas.—
Y vi tus ojos, flor de beleño,
raros abismos de luz y sueños;
ojos que dejan al alma inerte,
ojos que dicen: dueme… Duerme…
Pupilas hondas y taciturnas,
pupilas vagas y misteriosas,
pupilas negras, cual mariposas,
nocturnas.
Bajo las bandas de tu cabellos
tus ojos dicen arcanas rimas
y tus lucientes cejas sobre ellos,
fingen dos alas sobre dos simas…
¡Oh! plegue al cielo cuando grita
la pena en mi alma dolida e inerme,
tus grandes ojos de zulamita
murmuren: <<duerme>>…
