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más o menos
Ceras
de colores
AUGUSTOS
Augusto, a parte del payaso
simpático, chicharrero, siempre ha sido en su interior músico, músico
sentimental, de corazón partido, de latidos suaves, continuos, preferentemente
de seres desvalidos que necesitan un cantar para poder seguir en un mundo
desprovisto de toda conciencia desbarajustada, que queremos ajustarla unos y
otros con frases prefabricadas de hombres ilustres con conciencia intelectual;
yo, que no soy nadie intento justificarme con mis pequeños comentarios, ante mí,
que no sirven para nada, solamente intentar justificarme a mí mismo que este
mundo tan bonito, entre todos lo estamos matando; si pregunto a personas con
capacidad de pensar y a veces lo hago, me responden —tú no lo vas a cambiar el
sistema mundial— procura estar tú bien, el mundo sigue y seguirá por mucho que
uno se empeñe en cambiarlo, no está en tu mano darle un vuelco a todo el
quehacer diario del sistema capitalista, la mano negra que nos envuelve a todo
ser, esta en el camino que nos toca andar, que pareciéndonos mucho, es poco y
de poco tramo para construir un arreglo total, igual no existe, sólo está en
matemáticas algébricas de signos aun no comprobados ni entendido por todos.
En cada época aflora algún
mirlo blanco por el horizonte, uno puede ser un tal, Donald Jonh Trump, “mirlos
nacionales también los tenemos” que aún se dedica a complicar mucho más lo
complicado que está este mundo, con argumentos de payaso blanco, guantes
blancos y lentejuelas estrelladas en mares ocultos, para hacer ver al pobre
pasante, el que rastrea por poder vivir cosas inverosímiles de creer que lo que
dice un pensador acomodado en pensar, que él, el poderoso puede dominar el
mundo con armamentos, guerras esparcidas con espray mortífero y barreras de
barras de hierro estiradas para cerrar pasos al viento. Uno, ingenuo más bien
tonto sin sentido, quiere pensar que algún día nacerá un líder de buena fe que
surcará los caminos de pisadas dignas de seres con capacidad de reaccionar ante
tantos males que invaden este mundo donde unos comen a lo ancho y otros… ni si
quiera huelen lo que se comen. Mal mueren.
Augustos, forma parte de una
pequeña colección en que en su día me dio por pintar temas de payasos, en su
momento no se si vendí alguno o me sirvieron para cubrir regalos de comunión de
niños de amigos o de familiares, no lo sé, a mí solamente me han quedado como
recuerdo de que los pinté estas pequeñas copias en gris, que sin pensarlo en
que un día me servirían a mí para comentar uno de los problemas más grandes que
tiene este mundo la distribución del hambre y la riqueza tan mal amparada y
acumulada por grandes sistemas.
El mundo tiene que estar
regentado por caras sonrientes, no sólo por grandes esferas terráqueas sino dar
pie a pequeñas y diminutas bolas de tierra emanadas de la esfera grande para
sentirnos bien con nosotros mismos. BON ANY 2019.
FOTOGRAFIA
Cuando me paseo o voy a
comprar en bicicleta, miro, primero al suelo que estoy recorriendo para no
caerme, a si y todo, alguna vez me la pego, ahora estoy en recuperación de la
última caída, me parece que ha sido la más fuerte, de órdago, sin rotura de
huesos, pero sigo con la bicicleta, miro y veo a los paseantes en mis paseos;
todos van con el móvil hablando y gesticulando con movimientos de preocupación,
como si la calle fuera el despacho o el interior de su hogar, esto me choca aún
el verlo, seguramente que en momentos dados soy yo el gesticulante en recibir
instrucciones de mi mujer en que compre tal o cual cosa, como no me veo, lo
dejo para otro que juzgue mi comportamiento. Ahora más que el comunicarse por
el móvil, lo que he comprobado es que todos somos fotógrafos y es verdad vemos
fotografías inesperadas de móviles paseantes que nunca antes podíamos haber
imaginado, algunas son “trending topic”
en foros, páginas de fotos en internet, cómo Instagram, Facebook y similares, no
sé bien claro lo que significa el trending topic, —si es de lo que más se habla
o de lo más visto— el idioma anglosajón da cabida a toda definición; con esto
quiero decir que con un móvil somos fotógrafos… pero en mis paseos me doy
cuenta de turista y no turistas, que a veces incluso me paro para ver la pose
de unos enamorados, familiar, amigos o un grupo de personas, todos puestos con
el sol radiante a sus espaldas y el fotógrafo delante del sol, lo que se puede
denominar un contra luz, alguna vez incluso me he atrevido a decirle al
fotógrafo, de esta manera no va a reconocer a nadie, las caras saldrán a contra
luz o los pone a todos en la sombra o los pone de cara al sol para sacar
partido a las caras, algunos incluso me han hecho caso, pero me he quedado sin
ver el resultado final de fotógrafo de móvil. Tal vez mi móvil ya tiene años y
los nuevos incluso superan los contraluces dando alegrías a todo sistema de
fotos. Me acuerdo en mis tiempos de joven el fotógrafo de trípode en un punto
turístico de un paseo o calle, la típica foto de recluta para mandar a la
novia, que aún usaba el pajarito para mirar a la cámara para que todo saliera
bien y sonriente. Embobados mirábamos. Pensando en la novia.
CEREMONIA
PARA SOBREVIVIR
Y... llego con el mundo pisando los talones
ensordecida, seca casi descoyuntada
me arrastro de través cual naúfraga
con los ojos cerrados
Poco a poco
un refilón de hortensia
parpadea azuloso en mi ojo derecho
el vuelo de mi vieja dourinha
se confunde en blanco raído del embozo
El violín quejumbroso de mis judíos pobres
inaudible acompaña.
Me lo bebo en la lluvia
a ese vuelo perfecto y solo mío
que me alza costoso,que me alza
Que no interrumpa nadie ni nada todavía
ni siquiera un atisbo
ni un recuerdo por más rosa que sea
nada que no un reverbero apenas
es bienvenido
El vuelo recomienza despacio
yo le ayudo
con mi voz que musita callada en los
adentros
la dulzura del verso que fragua
cauteloso...
Y... llego con el mundo pisando los talones
ensordecida, seca casi descoyuntada
me arrastro de través cual naúfraga
con los ojos cerrados
Poco a poco
un refilón de hortensia
parpadea azuloso en mi ojo derecho
el vuelo de mi vieja dourinha
se confunde en blanco raído del embozo
El violín quejumbroso de mis judíos pobres
inaudible acompaña.
Me lo bebo en la lluvia
a ese vuelo perfecto y solo mío
que me alza costoso,que me alza
Que no interrumpa nadie ni nada todavía
ni siquiera un atisbo
ni un recuerdo por más rosa que sea
nada que no un reverbero apenas
es bienvenido
El vuelo recomienza despacio
yo le ayudo
con mi voz que musita callada en los
adentros
la dulzura del verso que fragua
cauteloso...
Poesía:
Begoña Eguiluz de Sasia
1 comentario:
Cada día alucino mas con tus escritos.
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