IN MEMOLRIA, LUISA
Ya sé, que en tus
astrales silencios, los recuerdos son simples segundos de tu espacio-tiempo,
que no cuentan para nada en nuestro contar de tiempo invertido en recordar de
nuestro planeta tierra y, ¡qué tierra! cargada siempre de sorpresas de
políticos dispuestos a armarla por caprichos de pertenencias hipotecadas. Desesperante para unos e incomprensible para
la mayoría de nosotros terrícolas fangosos. No pretendo escribirte de política,
para qué, si los políticos se llevan en discusión a la palestra de diputados
como hecho sacrosanto, el Fes-Benidorm por la cantante cubana-catalana Chanel, finalista
premiada como representante para Eurovisión. De sí o no invalidan la votación
por pucherazo. Váyanse, todos a la
mierda, por no tener más que hacer en el congreso de cosas más serias. Lo
siento Luisa, por tener estos arrebatos de incultura política, a veces me
llegan a cansar tantas chorradas entre unos y otros, pero es que yo y tu no
como soplo-vaho como persona estamos en medio y nos utilizan como conejitos de
indias… y me jode que me tomen por ido. Lo dejo a tu albedrío.
A mi esta situación del
Fes- Ben ya me tiene sin cuidado, hasta Eurovisión; lo que quiero contarte In
Memoria, es la foto del Bar Carioca, ¿te acuerdas? El bar estaba en un punto
clave de Sarria ensanche, pueblo agregado a Barcelona de años antes, un bar con
nombre propio al lado de una residencia de estudiantes estilo Casa de la Troya,
que inmortalizo —Alejandro Pérez Lugín en su novela La casa de la Troya—, allí
se armaba de todo durante el año estudiantil, conocimos a muchos estudiantes
que años más tarde fueron personajes
celebres y respetables después de pasar por la residencia: dicho todo lo dicho,
bueno, allí nació tu hija, un acontecimiento agradable para los dos. Te comento
la foto en verano la residencia se rellenaba de guiris estudiantiles no sé si
con beca Erasmus o por cuenta propia. Estos dos de la foto eran ingleses, te
miraban con frenesí en el momento de servirles un anís del Mono o de La
Castellana acompañado con un rato más de tu presencia; me vinieron a mi
encuentro, yo tu marido, y me dijeron: si podían, que yo le diera permiso a mi
mujer en salir con ellos dos un día como cicerone por Barcelona, en un inglés seguramente
muy ortodoxo, pero que yo no entendía nada, un cliente me puso al corriente, a
mi sólo se me ocurrió decirles que se lo preguntaran a ella y lo que ella
decidiera para mi será una respuesta bien dada; —Luisa tenías 27 años tu capacidad
intelectual estaba formada por convicciones muy arraigadas a tus costumbres San
gileras, en aquel momento confiaba en tu respuesta— les dijiste, que no, que
eras una mujer casada—, esto es lo que les tradujo el cliente a nuestros dos
buenos amigos ingleses, siguieron tomando Anís de Mono o La Castellana con
alegría de juventud de Erasmus internacional.
Sigo con el bar
Carioca pasamos un tiempo conociendo a personas estudiantiles en aquel tiempo y
relevantes después en su vida cotidiana cada uno en su profesión se
convirtieron en reconocidas personas. En el bar ya empecé a colgar cuadros de
estudiantes y míos, también tallas de madera de proporciones pequeñas, Pero yo
no estaba a gusto en el bar con mi padre, era una persona lista pero descocada,
se le iba todo por unas faldas arremangadas y,…decidimos arriar velas y buscarnos
la vida en otro lugar y lo encontré fue en una empresa francesa de bolígrafos y
encendedores de escaparatista. Os cuento todas estas historias, para ti joven y
no tan joven para que te des cuenta que los principios no son fáciles para
nadie, sea la época que sea. A la empresa. Siempre estaré agradecido con ella
por su manera de entender al trabajador. Nos fuimos matrimonio e hijos a vivir
en un piso de alquiler, pagábamos 2.500 pesetas al mes yo entre en la empresa
ganando 5.000 ptas de sueldo al mes, tengo que decir que ganaba un poco más que
de contramaestre de tejidos, el gestor del piso me dijo: es que usted señor
Albert no me podrá pagar el alquiler con lo que le queda de presupuesto para
pasar el mes, mi contestación fue precisa, no se preocupe, a deshoras soy
tallador de madera y pintor y procuraré sacarme algunas pesetillas de más y,
…le pagaré. El trabajo lo tenía a dos minutos de casa y lo que pagaba de más en
el piso, me lo ahorraba de tranvías, metros y ganar horas de convivencia con la
familia si hubiese tenido que vivir al extrarradio de Barcelona. No quiero
negar, estrecheces pasamos, pero la mensualidad del piso siempre fue cumplida
gracias a ti Luisa, tus hijos me lo recuerdan muchas veces aquellos tiempos,
siempre comíamos de cuchara tus caldos nos confortaron, las carnes de primera
la vimos pocas veces, pero repito que bueno nos sabía todo, mi mujer nunca
trabajo fuera de casa pero en casa trabajó y administraba como Dios y tengo que
decir que fuiste, ¿te acuerdas? a una tienda importante de alpargatas, si mal
no recuerdo por la calle Aviño, y sólo con decir que eras del pueblo de Cervera
del Río Alhama, te dijeron que podías quedarte, los niños eran pequeños y
preferiste quedarte en casa. La empresa me empezó a subir el sueldo al año por
la inflación que era unos tantos por cientos elevados cada año y ya empecé a
dibujar para imprentas un dibujo comercial que así se llamaba y el piso fue
decreciendo con relación al sueldo, por la inflación. No era fácil la vida del
trabajador asalariado, lo que pasa es que nuestra vida era más sencilla, los
gastos eran muchos menos no nos bombardeaban tanto en gastar o por lo menos,
sabíamos retenernos y supimos vivir también alegremente y,… supimos dar vida a
nuestro horizonte.
IN MEMORIAM, que guapa
estás y como aprietas el morrillo de interesante mujer de sommelier de anisetes
en tus servicios de barman coctelera del Bar Carioca. ¿Te viene in memoria en tu soplo vaho, sin ver ni oír ni hablar?
—Luisa—Que cosas de preguntarme harás que mis soplos-vahos se enhebren es mis escritos tránsitos en tu cerebro desorbitado de tantos halagos en mi modesta transición por esta vida pasada de penas y alegrías, así y todo, te lo agradezco que al final sepas reconocer la valúa de una esposa y madre de nuestros tiempos pasados ¡bien dices! la juventud de ahora lo tiene difícil, pero en nuestro tiempo, no era fácil, me acuerdo que cuando salías fuera de los perfiles de la ciudad en los suburbios de Barcelona el chabolismo era la orden del día, y no eran personas de mal vivir, ¡bah! eran como nosotros que no tenían el valor ni suerte, ni las condiciones que nosotros tuvimos, recuerdo un día que cogiste tu bloc de dibujo tinta china y pequeños trozos de cañas y te fuiste a dibujar por ahí, fuiste al Somorrostro y trajiste el dibujo de unas barracas vistas a distancia: me comentaste que no te atreviste a entra dentro del poblado del Somorrostro o Campo de la Bota por miedo de perjuicios entre cales y payos y de malos recuerdos para el pueblo barcelonés, el dibujo aún esta en alguna carpeta olvidado de un tiempo que no fue fácil para muchos.
La foto, si me vuelvo a reencarnar algún día de mis cenizas, te juro que te la pego, Ingles o Senegalés tanto me da, no soy racista, pero seguro que tendría un afer con cualquiera de los dos por pura satisfacción de satisfacer mis deseos extra amorosos. Si me gusta la juventud de hoy en día es porque la mujer para bien o para mal ya no tiene que esconder tabúes, como el de la sexualidad, son tan paranoicas como la de los hombres, se termino la frase “la mujer en casa y con la pata quebrada” ¿o solo me lo parece a mí? ¿O tal vez la juventud sigue siendo igual qué nosotras o peor qué nosotros?. Los estudiantes ingleses que estuvieron unos días en la residencia no faltaron ningún día a tomarse su anisete, para verme, yo me daba cuenta y para mí como mujer, me sentía alagada, pero mi pudor siempre fue puro para ti y mis hijos, os quería y esto entra entre pareja el respeto tiene que ser mutuo, que tu como hombre, no sé, tampoco eras de mucho fiar, pesemos un velo en infidelidad ya que los hombres no lo tienen muy asumido eso de ser “fiel” a un contrato matrimonial. Yo con la reputación de tu padre muchas veces me hacía la pregunta, de aquello. “La cabra siempre tira al monte”. Tu respuesta con migo con relación a los amoríos de tu padre, siempre fue, que es la herencia única que mejor te dejo, por visualizar de antemano lo que tu no tenias que hacer para formar una familia estable. Así convivimos felices sesenta y cinco años de felicidad relativa, también existen amarguras en una vida del asalariado. De verdad que me veo coqueta en la foto, menos mal que sólo guardas mis cenizas en soplos-vahos de recuerdos y la putrefacción no ha llegado en mí.
Los recuerdos, todo el mundo tiene recuerdos, buenos y malos, lo que pasa que nosotros siempre procuramos guardar los buenos recuerdos y desechar los malos y si a caso recordamos los malos, es como anécdota extra polar, como ejemplo a no seguir y esto te lo corroboro desde mi astral reposo. Son tantos los simples recuerdos que nos han hecho recordar grandes tiempos a los dos, qué si pudiera reencarnarlos los volvería a vivir, simplemente igual. Y no te cuento esto por pensar que donde estoy no esté bien, no, no, en mi soplo-vaho y silencio astral me encuentro de mil maravillas en mi silencio profundo acompañado de familiares y amigos cerveranos y entre ellos los Gaiteros de Fiestas de San Gil, que en cualquier minuto astral los animamos a que nos toquen la Gaita y hacemos, todos, soplos-vahos en ristra una gran rastra bailando soplos-vahos, sin ver, ni oír, ni hablar en honor a todos nuestro recuerdos terrenales. No me seas jauto y pastrijero y cuídate, cuando vengas a verme ponte guapo, aun que sea con chándal. Que sea por largo tiempo el encuentro, pero sin preocupación del virus Covid-19 o de Omicron que tanto rastro deja de una mala praxis. Repito cuídate deschorrao.—
EL CARNAVAL
Ya viene el Carnaval
con sus hechizos,
derramando vivísimos
placeres,
ya viene el Carnaval
con sus mujeres
de ardiente, enamorado
corazón.
Mirad ese fantasma que
se ostenta
orlada la cerviz de
mil colores,
y vierte aromas por
doquier y flores
y en medio de las
músicas levanta
con hondo grito su
sonora voz.
Poesia: José Tomás de Cuellar
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