Sombras

viernes, julio 09, 2010

CERVERA DEL RIO ALHAMA – Bodegas Ochoa

12 F. 61X50
Año 1989


Un rincón de Cervera del Río Alhama, situado en el barrio de San Miguel, un lugar de bodegas y bodeguillas, hace años que dejaron de funcionar algunas casas dedicadas a bodegas de vino, en cambio estoy seguro que en el momento en que pinte este cuadro, las bodegas a nivel de explotación como industria, ya no funcionaban, todo empezaba a estar muy deteriorado sin por eso dejar de tener su encanto para hacer del rincón una pintura al óleo, procurando extraer del lugar toda su esencia del momento de inspiración.

El vino como forma de negocio y transición en Cervera nunca ha sido una explotación de importancia para el pueblo, más bien siempre ha sido a nivel particular. Desde que conozco Cervera que ya son algunos años, el pueblo se dedicaba más en cultivar cereales y a la industrial, tejidos y alpargatas, sus tierras están ubicadas en montes de secano y difíciles de conrear con maquinaria agrícola, sobre todo en los tiempos de mi juventud, hoy en día igual serían mejor cultivables ya que la tecnología está mucho más adelantada, encambio, no interesa al hombre del campo por su poca rentabilidad, no se si sus montes y con cepas adecuadas al terreno se podría sacar unos buenos caldos y hacerlos rentables en el mercado actual, no lo sé, ahí están, todo yermo y sin saber en que emplear tan vasto terreno, si por lo menos fueran aprovechados por molinos de viento para las eléctricas, aunque no sean muy agradables a la vista del viandante de turno, en cambio deja buenos pingües.
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En esta vida a veces uno tiene que sacrificar lo vello por lo práctico, sin por eso renunciar a las nuevas tendencias y tecnologías, que con el paso del tiempo se vuelven tan antiguas como las primeras y siempre recuerda lo pasado. Pongo por ejemplo: en su momento que se hizo la casa en la carretera de Cervera a Cabretón, donde estaba ubicado el matadero de corderos y cerdos, el edificio de cuatro o cinco alturas que cada vez que iba subiendo la obra, me hacían daño los ojos al mirarla, ahora debemos llevar cinco o más años que se terminó y que está habitada, se ve que la mirada ya se ha hecho al paisaje, ni me disgusta ni la rechazo, le busco parecidos según desde donde me la miro, a veces veo un trasatlántico con su proa bien erguida salida de la misma tierra del barrio de San Miguel y de otra posición sólo un monumento egipcio de las tumbas de Tutankamón, cada cual le puede dar su propia interpretación, si es que la quiere buscar. Los jóvenes de hoy en día sólo la verán como una casa de viviendas que es, lo que es y al paso del tiempo para ellos formará parte del paisaje del pueblo cotidiano y cualquiera remodelación que hagan por sus alrededores siempre recordaran la casa como antepasada y seguramente le encontrarán pegas a lo nuevo reformado, como nosotros encontramos a según que cambios de remodelación del pueblo.

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