acuarela
PUENTE
Puente de Zamora, puente de
piedra románico del siglo XVII de dos ojos, también utilizado cómo pequeño
acueducto de una acequia utilizada cómo regadío, más información se me escapa a
mis conocimientos ya que no soy experto en temas históricos, ni siquiera en
seguir rastros de historias pasadas, intento describir lo que veo. En cambio si
me puedo imaginar este puente en sus momentos de apogeo de transito. Conociendo
Cervera del Rio Alhama, lo veo transitado por niños con tirachinas en busca de
algún pajarillo, hombres con hoz y zoqueta en hombro, curtidos al sol y aire de
sus trabajos en rozas de secano de cebada y trigo de poco rendimiento y caballerías cargadas con fajos de mies en su
lomo, abundando los asnos morunos un tipo de caballería muy típica de la región
por su nomenclatura geográfica de su paisaje de caminos sinuosos y entuertos de
ulagas de malos pinchos.
Mujeres charlando alegremente
en el pequeño acueducto-acequia que surca el puente a nivel de ser usado tanto
cómo abrevadero o por sus lavados cotidianos de prendas de ropa y cacharros de
cocina con alegría nata en sus quehaceres por las cerveranas. Imagino aquellos
tiempos con brotes de aquello que aun los percibí en mis años jóvenes del siglo pasado, allá por 1954 vividos por
mí. No es tierra de grandes carromatos,
sus minifundios no dan para tanto y el puente y sus callejas dan lo que dan,
para caballerías con angarillas repletas de toda clase de frutas y verduras de
su huerta, que muy bien podrían tener denominación de origen “Vega del Río
Alhma -Rioja”, por su gusto, sabor especial y con el cariño esmerado de su cultivo añadido
por el cerverano.
La acuarela un puente más
de los que cruzan por Cervera el río Alhama, que siendo un río con un caudal,
muchas veces subterráneo, no deja de ser temerario en sus llamadas “Yasas”
crecidas por su contundencia de sus barrancadas que es todo un gustazo poder
contemplarlo a pesar del mal que muchas veces ocasiona tanta agua en momentos
puntuales al pueblo y vega.
UNO NO ES
DE DONDE NACE, SINO DE DONDE PACE
Hoy hemos llegado en coche
de baja condición, mejor dicho utilitario, desde Salou a Cervera del RA cuatro horas invertidas en el recorrido por
carretera (360Km.) por mí a mis 84 años y, hemos llegado alrededor de las 14
horas con un sol que espatarra al más pintado, hora de comer, a mis años
cansado, pero con alegría de haber llegado bien. He descargado el coche que
verlo cargado es todo un poema y el descargarlo un suplicio de Semana Santa
sólo para almas en pena; en fin, una vez cumplido con todos los preceptos
“matrimoniales” de obediencia, hemos llegado a un acuerdo con la compañera, sistema
muy de moda entre la juventud llamar
compañera a su pareja con la que convive, en años pasados mi esposa o mi mujer;
decidir el ir a comer en el bar Diabel, bar emblemático del barrio de abajo de
Cervera RA, por aquello de reposar de los quehaceres de casa por un rato, hemos
saludado a los amigos que por allí se encontraban hemos charlado, unos vinos y
después nos hemos sentado en el reservado para comensales por recomendación del
chef, por aquello de que en el bar siempre puede haber un importuno con ganas
de hablar del ayuntamiento. El Javi, el maestro cocinero y responsable de la
cocina del Bar Diabel nos ha cantado su carta de la cual nos podía dar un buen
servicio, bacalao con pimientos y codillo estofado, bien nos ha parecido,
queríamos bacalao pero resulta que no había para los dos sólo una ración de
bacalao y otra de codillo, al final solamente nos quedaba una decisión, mi
esposa con el bacalao y yo con el codillo, nos lo ha servido junto con unas
puntas de espárragos, no sé si de Navarra o del Perú pero eran gordos y jugosos
cómo si fueran embotados por la abuela, el bacalao y el codillo de fábula un
momento grato entre los dos donde hemos llegado a la conclusión que, UNO NO ES DE DONDE NACE, SINO DE DONDE
PACE. Lo demás son tontas ideologías pasajeras que con los años van mermando
cómo ideologías, en cambio se te pueden apoderar las nostalgias.
HERMOSA
MAÑANA
Tú, hermosa mañana,
que todo el mundo te ama
y la gente en ti respira
un olor a libertad.
¿Por qué no puedo olerte,
sin que el miedo a mí se
acerque
sintiendo tan cerca la
muerte?
¿Por qué no puedo amar?
Y las nubes van pasando
yo desde aquí observando.
Ellas recogen mi llanto
y me llevan a volar…
A volar por esta vida
y no darme por vencida.
A encontrar una salida:
Rozar la libertad.
Poesía de Mª Isabel Jiménez
Garraleta del libro de poesías -Retazos
de mi vida-
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