Sombras

viernes, noviembre 06, 2015

CERVERA DEL RIO ALHAMA – Mercado del viernes

Pinturas congeladas

PLAZA DE LA CONSTITUCION

Plaza de la Constitución, nombre de peso, un servidor más bien la conozco y aun la llamo Plaza del Manguito, por aquello de la inauguración que en su día había una fuente decorativa en medio de la plaza redonda con agua, cuyo diámetro seria de tres a cuatro metros. Entre los asistentes al festejo de inaugurar la plaza, supongo que algún cerverano avispado vió la fuente igual que un manguito, bizcocho grande en forma de rosca muy típico en Cervera, aparte de tener su gracia, nos quedo para muchos conocer la plaza por este nombre del Manguito, institucionalmente, Plaza de la Constitución en esta plaza al cabo de poco tiempo reformaron la plaza substituyeron el manguito por un dibujo encementado plano de un alpargatero y así sigue.
En esta plaza los viernes es donde se acostumbra a montar el mercadillo de Cervera que acostumbra a ser un poco el corazón del pueblo sobre todo en tiempo de verano y fiestas que dan lugar a puentes o fines de semana importantes donde los que estamos fuera nos podemos acercar al pueblo a oxigenarnos un poco. Pequeño pero sustancioso y siempre con paisaje de fondo.


MERCADILLO

El otro día, viernes fuimos a un mercadillo semanal de nuestro entorno, mi esposa que es una apasionada de estos mercadillos es la que tuvo la iniciativa, yo los rehúso, no por nada, me cansan a mis años, pero en fin, no me quedo otro remedio que claudicar ante las insistencias y coger el coche y dirigirnos al mercadillo, donde uno puede encontrar toda clase de verduras frescas y frutas del campo a un precio más ajustado a las circunstancias de cada uno, me imagino igual que cada uno de donde esté ubicado el mercado de su población; según dicen los que tienen un puesto ambulante y vociferan sus productos cómo auténticos de su propio campo, sea o no sea verdad, la cuestión son los precios, al fin y al cabo las procedencias de los productos de los grandes-superficies tampoco lo tengo tan claro de dónde provienen y si son cercanos al entorno o de otra parte del mundo explotada y con recursos escasos, combinado con puestos de ropa de diferentes  tiendas de alta costura también vociferada  según el paradista de turno y comprada a precios interesantes por el visitante sin dejar de ser para el comprador un verdadero chollo imaginativo de rebaja de lo comprado, una vez en casa el producto, a veces, es buscarle la aplicación para su fin que se compro.
Después de este preámbulo basado en propias experiencias no siempre contrastadas, si no también imaginadas, dejo a mi esposa al pie del mercadillo para que ella se pueda esparcir a su gusto, sin molestias del zángano runrunean-te pegado a la oreja. Sin molestias.
Yo decido esperarla con tranquilidad tomándome una cerveza en el bar que está en la acera de la calle del mercadillo y que la espero sin prisas, que no corra, sólo una advertencia: cuidado con el bolso…, por decir algo interesante, a si que cada uno a su faena yo a esperar y ella a comprar.
El bar estaba animado incluso tenía marquesina con varias mesas arropada o plastificada para fumadores. Allí me senté con mi cerveza, mediana estrella Dam, a esperar la compra de mi señora, cómo los periódicos estaban en toda su capacidad informativa por diferentes mesas, me dedique al psicoanálisis de la gente según la teoría de Sigmún Freud de la observación, que no tengo ni puta idea. Frente donde estaba sentado había una mesa con dos parejas jóvenes (yo les calculaba no más de 25 años) sentados tomándose unas cervezas dialogando y fumando todos como carreteros, una de las chicas me llamo la atención porque aparte de fumar un cigarrillo detrás de otro,  la vi que aspiraba por la nariz de una botella servida por el camarero (se llamaba Pedro) parecida al kétchup que no pude descifrar de que líquido salsero se trataba, pero si llamarme la atención de cómo hacía señas a su compañero para que lo probara, hablar, la verdad es que si hablaba. A punto estuve para llamar a Pedro para que me sirviera el mismo kétchup  que estaba tomando la joven haber si me quitaba el mal de riñones que me estaba mortificando…, me conforme con la mediana Dam, no me traslado al país de las maravillas sólo pensé que gracias a los políticos ya estaba en él, por lo que dicen de que todo va tan bien. En eso que veo a mi esposa buscándome con dos o tres bolsas en cada mano cargada de verduras, la llame, Luisa estoy aquí, se sentó y pidió otra cerveza, nos conformamos con agrado de que aun pudiéramos brindar con dos cervezas los dos a nuestros años, es cuando me di cuenta que el país de las maravillas está en el día a día de cómo lo vives. Aquel día nos quedamos a comer en aquel bar restaurante y tengo que decir que comimos muy bien y el precio del menú acomodado a nuestros ingresos. Como en casa, pero sin fregar los platos!!!


DAME HERIDAS Y LAGRIMAS

Dame heridas y lágrimas
para así poder curar
con heridas y con lágrimas
a los que conmigo están.
Es todo tan sencillo
¿para qué hacerlo mal?
Si sólo sufre uno
que no sufra nadie más.
No sé debo decirlo
pero me atrevo a pensar
si me comparo con Cristo
¿a quién puedo hacerle mal?

Poesía de Mª Isabel Jiménez Garraleta del libro –Retazos de mi vida-

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