Sombras

martes, mayo 21, 2019

CERVERA DEL RIO ALHAMA - Luisa (La Yuya)

La Yuya

LUISA (La Yuya)


Quisiera escribir para ti sólo palabras bonitas, palabras que ni siquiera el diccionario las contemplara, palabras nuevas, inventadas por mí para describir lo que tú has representado en mi vivir, barloventada, superramainada, carisimada y otras; sesenta y cuatro años juntos… doy gracias por haberte conocido, así que en vez de escribirte vamos a recordar hablando. Hablando a tu Luna que el día que tu te fuiste se engalano Llena y azulada te recibió.

Te acuerdas en Clunia, tú ibas bailando en una rastra y yo en otra con una chica que me presentaron y al pasar una de las veces sin querer di un pisotón a una chica de la otra rastra, eras tú y me dijiste: catalán fotut, eso fue lo que me hizo dar cuenta de lo bonita que eras, siempre los malos catalanes, como si el resto de españoles fueran santos, el domingo siguiente te saque a bailar en el baile que estaba por encima del bar bolos o cerca de él y con pena pude bailar algunos bailes seguidos, tú me dijiste que estaba mal visto que acaparara todos los bailes, estaba tu hermano vigilante y te dijo: baila con todo el que te pida baile; el siguiente domingo ya baile algunos cuantas piezas más de la orquesta Bolero, en el bar del baile tomando unos vinos le hablé a tu hermano y le dije que te quería, me contesto: es que los forasteros no sois mucho de fiar…y además catalán ¡collons!. Mira si llevamos tiempo juntos y que familia tan unida hemos conseguido los dos, tu has sido el alma de nuestra casa Yuya, eso sí un alma rebelde pero buena. 
Te acuerdas cuando nos casamos, a las ocho de la mañana, casi de amagado, ni siquiera llevaba las Arras ni vosotros ni nosotros, entre la familia reunimos 13 monedas de real, símbolo: en la antigüedad era una manera de asegurar el matrimonio yo más bien creo que era una forma de compra de esposa o esposo, te doy tanto por él y me l@ quedo, sin ninguna foto del momento y tu con un traje chaqueta de negro, llevabas el riguroso luto del pueblo; yo, Cervera de aquellos tiempos la recuerdo, pañuelo negro y sayas negras las mayores y las jóvenes con vestidos negros, siempre el luto estaba presente en las casas. Tú también ibas de negro, llevabas luto de tu madre. 
Te acuerdas de Zaragoza, en el hotel Ambos Mundos frente al Pilar, que noche pasamos de boda, sólo faltaban los gitanos en la calle esperando la sabana de autentificación de virgen, que tuvimos que lavar y colgarla porque nos daba vergüenza y nos tacharan de no sé que, tuvimos que dormir sin sabanas, bien o mal aun cumplimos. Un desastre de noche.
Te acuerdas, de Zaragoza fuimos a Balaguer allí nos dejaron un pequeño chalet, era de mi prima Lola, que bien estuvimos los días que allí pasmos, nos resarcimos de la primera noche de boda.
Te acuerdas del primer hijo, pasaste tres días de paridera, al final vino al mundo nuestro hijo esperado tras sufrir una cesárea, que yo la seguí mirando por un cristal de la puerta del quirófano y sabes lo que hicieron los que te operaron se fumaron un pitillo al terminar pero en el quirófano y tu allí cosida desnuda esperando que te llevaran a la habitación. Eran otros tiempos, la hija que nació en el mismo sitio, La Lactancia de Barcelona, tuviste el parto normal… después a esperar que crecieran, con tu sabiduría nata has conseguido unos buenos hijos, son hermanos, pero entre ellos siempre a perdurado el amor familiar y también han sabido trasmitirlo a sus compañeros, esto Luisa es obra tuya. Gracias.
Te acuerdas del bar restaurante Joan, en Barcelona que mi padre regentaba, era un gran cutrichil, pero que bien se comía y, barato, que porte le dabas a tus andares y manejando la cafetera embaucabas a los clientes, yo me daba cuenta, porqué a mi me tenias embaucado total; tu hermano que camarero llego a ser, los platos con comida en sus brazos volaban al servirlos, trabajábamos pero vivíamos una vida muy intensa.
Te acuerdas de nuestras idas i venidas hacia Cervera en los veranos por vacaciones en el tren, llevabas la comida hecha, siempre era un conejo con sanfaina, el tren salía a las diez horas de la noche de Barcelona y a las diez y cuarto de la salida ya no podía más y te decía saca el conejo, que a gusto cenabamos algún que otro pasajero se ajuntaba al ágape preparado por ti Luisa, qué bueno, y después un buen trago de vino en bota que yo nunca me dejaba, casi nos tirábamos más de medio camino de sobre mesa, a Castejón llegábamos entre cinco y media a seis de la madrugada, a esperar con ansiedad para coger el autobús hacía Cervera. El recordar es vivir, ya en el pueblo esto nos parecía el paraíso, que tiempos más alegre y bonitos pasamos, seguramente también había penas, pero yo, no me acuerdo, no se tu como mujer si pasaste algún mal momento, seguramente algunos chiquitos de vino se me subirían a la cabeza y te daría algo quehacer, perdóname si te di guerra, era tanta la ansiedad de pueblo que los chiquitos de vino con los amigos me desbordaban.

Luisa, tenemos muchos, pero muchos , te acuerdas entre los dos, y sabes por qué, porque hasta con unas simples y sencillas sopas de ajo, podríamos hacer un, TE ACUERDAS, no son las grandes cosas donde uno cree encontrar el placer, son las cotidianas y sencillas, las que en un momento pasan apercibidas, sin darnos cuenta que con el tiempo son las que nos hacen latir y vivir. Yo, Albert compañero tuyo durante tantos años, te voy a dejar que descanses, de verdad te lo mereces, lo has dado todo por nosotros y esto no se paga con nada. Descansa en paz mi amor, seguiré luchando hasta el final, por qué, así tu me lo recordabas.


PER LA LLUISA

ulls petits, vius i alegres
bones mans i cor festiu
has gaudit de familia
has deixat un bon niu.


t'he vist morir
t'he sentit al anima
cos inflat, ulls tencats
el teu crit: vull morir.


l'hora ha arribat
a la llunyania, soc al teu costat,
vola per paisatjes verges
estima tot l'estimat.



deixes, feina ben feta
llágrimes i cors trencats
tot passa... mai ens oblidis
siguis alla on siguis,


sempre t'he estimat..

( eva gilabert baró. maig 2019)

Traducción

PARA LA LUISA

ojos pequeños, vivos y alegres
buenas manos y corazón festivo
has disfrutado de la familia
has dejado un buen nido.


te he visto morir
te he sentido en el alma
cuerpo hinchado, ojos cerrados
tu grito: quiero morir.


la hora ha llegado
a la lejanía, estoy a tu lado,
volar por paisajes vírgenes
queriendo todo lo querido.


dejas, trabajo bien hecho
lágrimas y corazones rotos
todo pasa…nunca nos olvides
sea allá donde estés,


siempre te he amado..

( eva gilabert baró. mayo 2019)

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