Lotería 2019
EXPERIENCIA FALLIDA O NO
—Qué cosas me pides Albert, yo estoy en el limbo del sistema astral, puedo y no puedo acceder a todos los caprichos humanos, que con tanta frecuencia soléis pedir a las fuerzas del más allá. Tu me pides que interceda, no ya en salud que cada día va mermando en cada uno, sino en que te dé un poco de suerte en la Lotería Nacional de Navidad. Tu sabes lo que representa esto en mi haber, en todo el sistema astral de soplo-vahos! Imagínate, por decir algo, que cada uno de los que están deambulando por este paraíso de soplo-vahos, sus familiares les pidieran lo mismo que tu. Por mucho poder que entre nosotros existiera sería un caos el mover archivos; además piensa que entre nosotros no tenemos aun Amazon, sin darte cuenta te mandan un paquete con portes pagados a una dirección inexistente y mira que lo tienen digitalizado, no astral, pero si terrenal.
Pero vamos a ver, yo en tu petición pongo todos mis esfuerzos para conseguirte un premio y que este premio sea tan sustantivo, como para darte a la buena vida terrenal y, … qué? si tus potenciales personales están en declive, por no decir en mínimos, dónde lo vas a usar: en residencias? Pensando, pensando, pienso, igual en mujeres? o en viajes a Venus? o en un buen vivir? o tal vez en viajes astrales para ver si dabas conmigo? O puede ser que lo dediques a hijos y nietos o a alguna alma que guardar. Pienso y creo que tu mundo es mejor dejarlo como está y con darte un pellizco para que vuelvas en si me basta. No pidas nunca lo que nadie te pueda dar; las arcas están llenas de imposibles, de pedidos incontrolados que no tienen solución, pide salud que el pote está a rebosar de pedidos, pero algo queda. Aun así, te digo que intentaré darte un poco de suerte, no está todo en mí, es el destino de cada uno. En el momento del Sorteo de Navidad procuraré introducirme en el bombo grande de los números y, en el bombo pequeño de los premios, le he dicho al soplo-vaho de mi hermana que se introduzca ella, para de esta manera poder comunicarnos entre las dos y darte un premio, aunque sea irrisorio y solo te sirva para comprar cava catalán, que siendo boicoteado, sigue siendo un CAVA ESPAÑOL. Cava con síndrome contrario al de Estocolmo para nacionalistas abanderados con banderas ultras. ¡Qué mala soy! Ya sabes, me gusta la discrepancia, no por nada, sino sólo por despertar pareceres en mentes dormidas, unas mentes que sólo están pendientes de noticias de noticieros donde cada uno apremia a su rebaño y muchas veces el campo donde pastar, está seco. —
Hoy día 22 de diciembre de 2019, día del sorteo de Navidad, a las 9 de la mañana ya estaba al pie de la radio, confiaba en ti, esperaba que con tu mano bondadosa me mandaras el cuerno de la abundancia relleno de premios millonarios de euros. No ha sido así, no me ha tocado ni para pipas. Supongo que habrás comprendido que no era necesario, en mi estado actual, un premio de lotería… por aquello del corazón… ya tienes muchos años… un sobresalto fuerte te puede llevar a mi lado para siempre y yo prefiero que estés unos años más como cabeza familiar, aunque seas un lucero que se apaga por momentos. No sé seguro si de verdad este es tu pensamiento actual que me trasmites de conformidad. Conociéndote como te conozco, si no lo es se aproximará bastante en tu soplo-vaho. En fin, sea lo que sea, volvemos a lo cotidiano: comer, dormir, soñar y esperar un amanecer con sol radiante que nos vuelva alegrar nuestra simple vida del día a día.
—Es que en tu pensar me confundes, parece como si yo no me preocupara por ti, mejor dicho, por vosotros; de momento no te quiero contar las trifulcas que en mi nuevo traspaso soplo-vaho-astral hemos tenido que hacer, yo y mi hermana, para llegar al Teatro Real de Madrid y confundirnos con los números del sorteo dentro del bombo. Al final mi hermana se ha colado en el bombo de los premios (1807 bolas, entre ellas, El Gordo, con un peso aproximado de todas las bolas de 5,4 kg) y yo me he introducido en el bombo grande (100.000 bolas, cada una de 3 gr, en total, 300 kg). Una vez dentro nos hemos tenido que adaptar al giro del bombo y sabes tú qué es soportar en cada vuelta el peso de las bolas más el mareo? Pues es toda una odisea. Buscando tu número me he pasado toda la mañana, mi hermana con comunicación astral, dando premios y diciéndome que me apresurara a buscar vuestro número para ella tener el premio y, yo contestándole casi enfadada:- en mi bombo tengo 100.000 bolas para escoger y en el tuyo sólo tienes 1.807, lo tienes más fácil.- El tiempo se me pasa escudriñado el número en el bombo, mi hermana acosándome, le quedan menos premios que dar, pide que me de prisa, no puedo más, mis nervios soplos-vahos se derriten, no tengo claro dónde está tu número. En vista de que llegaba el final, y no podía hacer nada más, he optado por coger un boleto de la administración de la calle Barcelona de Salou, dejar que cayera la bola en la copa junto con la bola del premio gordo que mi hermana me transmitió que tenía en su soplo y así daros algo del primer premio en Salou. Como ves sigo estando a tu lado; nunca, pero nunca, el Gordo de Navidad había tocado en Tarragona y menos en Salou. Algo de mi mano si lo quieres ver, lo verás. Por ser primeriza tan mal no lo he hecho, aunque tú no hayas alcanzado ningún premio, insiste, que seguro que a la próxima, si llegas, lo conseguirás. De momento consuélate con la salud, que a muchos les falla.
A TODOS, UNAS FELICES FIESTAS DE NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO 2020
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