Sombras

martes, enero 12, 2021

CERVERA DEL RIO ALHAMA – Borrasca Filomena

San Gil con nieve

Si tienes un hondo penar, piensa en mí

Si tienes ganas de llorar, piensa en mí

NIEVE EN TU PUEBLO

Hacía tempo que la nieve no llegaba a tu pueblo tan copiosamente, como en esta Borrasca llamada Filomena cuyo nombre por elección, la proponen las agencias meteorológicas IPMA y AEMET. Seguramente este dato a ti te importe un bledo en tu soplo-vaho sin ver ni oír ni hablar, en cambio a mí cómo terrícola, siempre es bueno enterarte que tiempo de tormentas nos espera en próximos días, no para esquiar; en mi caso, es para no salir de casa no sea que con las muletas me confunda con palos de esquís y que llevo esquís en mis pies y me vuelva a dar un trompazo de muy señor mío.
Tu Iglesia de San Gil, foto sacada desde la terraza de la casa de una amiga de tu misma plaza de San Gil, parece que te puedas acercar al campanario por los tejados como Mari Poppins iba por sus alturas con su paraguas de paseo. Tu Iglesia querida, la tienes vestida con “tablás” blancas, deseo que te sirva a ti y a todos los cerveranos que con su soplo-vaho se encuentren en tu estado de reposo astral infinito y puedan disfrutar de sus vistas de estampa de nuevo año, eso sí, la torre-campanario impertérrita, allí está. Sé que es mucho imaginar tu astral soplo-vaho en infinitos lugares de nuestro firmamento, donde nadie es más que nadie y no pensar en dioses que condenan a malos y premian a buenos. De joven o aun niño me pase tres cursos en el seminario de la Seo de Urgell, iba para cura; de consejero teníamos Padre Espiritual y el dicho del Padre Espiritual más común era: —¡Ay de aquel que empieza bien y termina mal!— estos seguro que irán al infierno. Ya es mala suerte que toda la vida hayas sido una persona intachable y al último minuto de tu vida te cagues en Dios, por lo que sea, con todos los sentidos bien equilibrados y Dios te condene a un infierno para toda la eternidad y, otros que siendo unos cabrones, ladrones de guante blanco, políticos corruptos, dictadores, y gente de mal vivir toda su vida usando el nombre de Dios en vano cómo blasfemia continuada y con un simple arrepentimiento encuentren las mil doncellas con sus tarros de miel esperando a degustar del panal de la dulzura divina. El Padre Espiritual de Seminario tenía sus remedios curanderos espirituales para que esto no te sucediera, una, era rezar tres Avemarías cada día de tu vida y otra, llevar un escapulario de la Virgen del Carmen; quien lo porte será salvado del todo, ahí os lo dejo, que cada cual piense lo que quiera y escoja la mejor para pasar a mejor vida, mi menda hace años que lo tiene claro, prefiero el soplo-vaho astral de mi mujer y pensar en un reposo deseado sin ver, ni oír, ni hablar, pero al final reposo, que seguro es lo único que nos merecemos después de haber pasado por la vida con buenas y malas rachas.

Me parece que me he salido de madre con mis reflexiones, seguramente será por escuchar la radio un programa que hablaban de lo bien que es hacer ejercicios para reflexionar, antes ejercicios espirituales y que es bueno que por lo menos dediquemos un cuarto de hora a tal cometido de reflexionar al día; por lo que sea siempre me a gustado pensar en mi propia vida e incluso reflexionar sobre ella, es una forma de hablar contigo mismo sin molestar a nadie y además te puedes quitar razón o quedarte satisfecho con tu opinión. Volviendo al seminario la reflexión era obligatoria. Tengo aun en casa un librito en forma de misal llamado Kempis de Tomás de Kempis, que ahora lo he vuelto a leer a párrafos y no lo he podido seguir leyendo, no es que esté mal lo que dice, es que ya no me convence nada de lo que dice, lo encuentro tan partidista, seguro que a muchas personas les puede ir bien como reflexión espiritual, y si así es, si tenéis ocasión leerlo igual gusta.

Lluisa, te recuerdo ya sabes que yo no soy muy chicharrero en halagos y frases amorosas, ni tu ni yo hemos sido en hacer chucheos amorosos en cada salida y llegada a puerta de casa, no se nos daba bien, más bien nuestro hacer de cada día era un respeto mutuo que nos funciono durante sesentaicinco años, con nuestros desacuerdos de órdago, alguna que otra vez, hasta que se nos pasaba. En cambio tú con hijos, nietos y bisnieto has sido un derroche de alegrías a su máxima expresión. En estos momentos de mi vida sigo y hago todos los posibles para igualarte, no sé si lo consigo, es muy difícil el listón tan alto para mí, piensa que ya estoy en edad que el aprender se me hace difícil. Bastante hago e intento llevar la vida de nuestro hacer del día y seguir con el sistema cada día más difícil para personas mayores y no tan mayores, ahora todo está digitalizado, bancos, mercados, teléfonos, móviles incluso nosotros, en fin, estés donde estés seguro que estás mejor que nosotros.
… 

Cuando quieras quitarme la vida

No la quiero para nada

Para nada me sirve sin ti.


—Año de nieves, año de bienes, no me falles, ya miraré haber si encuentro a San Gil, bueno aquí le hemos quitado el San lo llamamos Gilillo o Egidio de Atenas; un buen hombre algo viajero en su tiempo e inquieto, haber si te da ánimos, seguro que el coronavirus te estará rondando la mutación del Reino Unido (conocida comoB117) esta es más vulnerable a los sentidos y tal vez te ronda la capacidad de poder pensar con dignidad, por si acaso, ya sabes siempre mascarilla y por más seguridad con visera, no se te olvide… y el futbol ni en la tele.

La foto de mi Iglesia campanario de San Gil, sólo me falta oír, sin ver ni hablar las campanas para redondear la entrada de año. La foto sin tener emociones de corazón, por aquello del descanso, he podido notar en mi viaje astral soplo-vaho un tin tin infinito que me ha hecho sentirme por un rato estar a tu lado, no sé si lo habrás notado pero te he soplado en la oreja, lo que pasa es que te pones estos auriculares inalámbricos tan grandes y con música a todo meter, que no te enteras de nada, —quítatelos y volveré a soplar—.

Cervera del Río Alhama, para mí siempre ha sido bonita con nieve o sin ella, la nieve es muy bonita de ver cuando en casa tienes un buen calor y comida de cuchara y asado de cordero con un buen vino, entonces la nieve es un manto blanco que cubre todo la vista, un paisaje idílico para recrearte con agrado, ¡Joder!... pero cuando yo era joven nevaba mucho, las casas no eran tan confortables como ahora, —el que ahora las tiene,— y la nieve no nos parecía tan bonita, se acumulaba en umbrías, el frío junto con lo mojado nos calaba hasta los huesos, los ayuntamientos no gozaban de tantos recursos ni de medios. Son días… a si y todo para vosotros recordar y pasar página.

Piensa en mí, no te digo que no pienses algún ratito en mí, pero sobre todo piensa en ti que aun sigues como cabeza de familia y tus sentidos aun responden y, con la familia. Yo descanso en sitio frio sin pasar frio, duermo sin tener sueño y ni oigo, ni veo, ni hablo, pero mi espíritu sigue estando ahí con vosotros. Te ves muy bien con muletas pareces mas altivo y respetable, no hagas tonterías con ellas y recuerda: cuando subas escaleras, la pierna buena al cielo, cuando bajes la mala al infierno. Te acordarás “deschorrao” y no te preocupes, si es que tu fin te preocupa de Dios bueno o malo, tu pasarás sin mirarte tu maleta a soplo-vaho sin ver ni oír ni hablar. ¡Momento, homo, quia pulvis es, et in pulverum reverteris.

LLANTO DE LAS VIRTUDES Y COMPLAS POR LA MUERTE DE DON GUIDO

Al fin una pulmonía
mató a don Guido, y están
las campanas todo el día
doblando por él ¡din-dán!

Murió don Guido, un señor
de mozo muy jaranero,
muy galán y algo torero;
de viejo, gran rezador.

Dicen que tuvo un serrallo
este señor de Sevilla;
que era diestro
en manejar el caballo,
y un maestro
en refrescar manzanilla.

Cuando mermó su riqueza,
era su monomanía
pensar que pensar debía
en asentar la cabeza.

Y sentóla
de una manera española,
que fue casarse con una
doncella de gran fortuna;
y repintar sus blasones,
hablar de las tradiciones
de su casa,
a escándalos y amoríos
poner tasa,
sordina a sus desvaríos.

Gran pagano,
se hizo hermano
de una santa cofradía;
el Jueves Santo salía
llevando un cirio en la mano
—¡aquel trueno!—,
vestido de nazareno.

Hoy nos dice la campana
que han de llevarse mañana
al buen don Guido, muy serio,
camino del cementerio.

Buen don Guido, ya eres ido
y para siempre jamás…
Alguien dirá: ¿Qué dejaste?
Yo pregunto: ¿Qué llevaste
al mundo donde hoy estás?
¿Tu amor a los alamares
y a las sedas y a los oros,
y a la sangre de los toros
y al humo de los altares?

Buen don Guido y equipaje,
¡buen viaje!...

El acá
y el allá
caballero,
se ve en tu rostro marchito,
lo infinito;
cero,cero.

¡Oh las enjutas mejillas,
amarillas,
y los párpados de cera,
y la fina calavera
en la almohada del lecho!

¡Oh fin de una aristocracia!
La barba canosa y lacia
sobre el pecho;
metido en tosco sayal,
las yertas manos en cruz,
¡tan formal!,
el caballero andaluz.

                          Poesía: Antonio Machado


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