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Año 2007No se si es el monte que arropa la iglesia o la iglesia apuntala las rocas del monte, está muy incrustada en la roca y se levanta con toda su plenitud una iglesia renacentista en la aldea llamada Inestrillas de La Rioja de pocos habitantes en la actualidad. La vista del cuadro esta captada desde el otro lado del río Alhama desde la sombra de la chopera en un día de verano tórrido. El río Alhama en los meses más calurosos acostumbra a llevar un pequeño caudal de agua al paso por el pueblo, sin que falte el agua, para remojarte con un baño tienes que buscar un remanso de río, en cambio se puede disfrutar de unas magnificas piscinas municipales compartidas con el pueblo de Aguilar del Río Alhama la cual pertenece la aldea de Inestrillas, una pueblo donde el inspirar llena tus pulmones en aromas de hiervas aromáticas del monte y la vega, vives la naturaleza incluso desde el propio hogar, siempre acompañado de una tranquilidad agradable y relajante.
En la calle principal de Inestrillas se encuentra una placa en honor a la cantante cupletista Raquel Meller (nombre de pila, Francisca Marqués López) donde pasó algunos años en dicha casa ya que su familia era de allí, en esta página podéis saber un poco más de la vida de esta inestrillera que allá por los años 1920 recorrió medio mundo con sus canciones. http://www.casadelarioja.com/antbuspre.asp?nombre=1793&cod=1793&sesion=1
Barcelona. (EFE/Jose Oliva).- El espíritu de la cupletista Raquel Meller (1888-1962) regresa al Paralelo barcelonés cien años después de su debut, con el espectáculo "Por los ojos de Raquel Meller", con el que su director, Hugo Pérez, quiere recordar a la que considera "la artista española del siglo XX con más éxito internacional".
Cuando vivíamos en Barcelona, si no recuerdo mal en la “Avinguda del Paral•lel” había una escultura de la cantante en posición de La Violetera, una de sus canciones que la hicieron famosa, dicen que en el pie del monumento nunca le falta un ramillete de flores naturales, esto hoy en día que la gente vamos tan estresados no se si continua alguna persona dejando un pequeño ramo de violetas, pienso más bien que ni siquiera la recordaran aparte de algún aficionado a la copla, mientras estaba escribiendo esta pequeña nota he mirado en Internet haber si la escultura aún se encontraba frente al teatro Arnau, mi sorpresa a sido apabullante cuando he leído esta nota en La Vanguardia de la periodista Silvia Colomé:
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