Sombras

domingo, abril 03, 2011

CERVERA DEL RIO ALHAMA – Arco de San Gilillo-

P-8 46X33

Año 2007

El Arco de San Gilillo, mi lugar, más bien nuestro lugar de pasar muchos días de nuestra existencia vividos en este trozo de calle o plazuela que tantas alegrías nos ha dado el tener la residencia en dicho lugar. No hace tantos años había en la plazuela que es principio de la calle Subida a la Virgen del Monte una barbería con una puerta, no se porqué estilo modernista, regentada en aquellos momentos por el maestro barbero Perico (Pulilla de apodo) después la llevó su hijo Gregorio conservando el mismo estilo de su padre; pasando el Arco de San Gilillo había la taberna las cuevas La Chaparra y su marido, autentica taberna del momento en que se vivía en el pueblo, con pocos recursos; después paso a manos de la Fuencisla (Borriquilla, su marido Colente) su hijo Juanito la heredo manteniendola siendo taberna casi de vinos solamente y como tapa almendras tostadas saladas que las hacía buenísimas; más tarde paso a ser Las Cuevas, siendo taberna, paso ha ser un lugar de más categoría como bar-taberna, el nuevo propietario le incorporo cafetera para tener un servicio más completo, sin perder el nombre del principio las cuevas.


En aquellos días que tan buenos años pudimos pasar todos los que allí nos encontrábamos chiquiteando o tomando alguna caña acompañado con suculentas tapas servido todo con pulcritud y esmero por el dueño de las cuevas El Gregor a mis años aún me acuerdo con agrado los buenos ratos allí pasados dentro de la cueva, las charlas eran de verdaderos filósofos de pueblo con unas verdades muchas veces más profundas que páginas de libros escritos por intelectuales. Enfrente a la puerta de subida al campanario de la iglesia estaba la tienda de la Beni, siempre con la sonrisa en su cara, pequeña tienda pero siempre encontrabas lo necesario para hacer una buena comida, en la plaza de San Gil había hasta hace poco carnicería de la Ángela (Torera) y Pablo, luego paso a ser de Angelines y de su hermano Pablito; en la plaza esquina con el Barranco del Tollo había otra tienda de ultramarinos de dimensiones pequeña de todo un poco de Ángeles, encima en el primer piso estuvo el casino del barrio de abajo; otra tienda de la plaza, incluso con pequeña lencería y tabaco de La Paca y el Paco, había vida, había cerveranos viviendo en todas las casas y en cantidad que se movían de un lado a otro con sensación extraordinaria de que el mundo no se acaba, hoy en día sólo quedamos viejos y pocos, en tiempos de vacaciones parece que el barrio quiera revivir tiempos pasados no digamos en fiestas parece que todo vuelve a la normalidad, se entiende normalidad de años pasados, se alegra todo algo más, pero faltan los niños en cantidad, es lastima que uno se de cuenta o por lo menos parecerle el fin de un barrio que ha representado tanto para Cervera, talvez es una sensación pesimista de lo poco que uno a contribuido en el crecimiento de un pueblo o de la experiencia que los años a uno le dan, en mi caso ya no hay vuelta a tras, al pasar los días no veo que la situación mejore y nadie ni siquiera los que estamos hagamos algo para que dicha situación pueda mejorarse. Será el destino el que de el último suspiro, es una lastima que no podamos dar la vuelta a lo escrito.

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