Vega y Montes
ANTES DE AYER
—Sí, sí, si Albert. Antes de ayer estábamos juntos, yo cocinando y tú con la bici a la compra…, me fui con toda la parsimonia, sólo pude dar un sorbo a mi botellín de cerveza Dam, y no tardaron mucho en personarse dos ambulancias de la Seguridad Social y mira que intentaron reanimarme, ni me entere, fulminada me caí, no te puedes imaginar el largarse así de ésta tierra tan nauseabunda, mal oliente de gases perturbadores con consecuencias pulmonares en cada momento terrenal, la tranquilidad en que uno se queda el dejaros. Desde donde estoy el momento es tan simple que el oxigeno, ni siquiera lo necesito, me da tres pitos el (O2). No quiero ir en preámbulos desaboríos en calificaros a unos y a otros, políticos, no todos, sois una mierda; siempre recordando, para remover pasados de malos tiempos, para conservaros de vuestros propios líos. El tiempo que viví entre vosotros me era imposible comprender a todos los políticos de pacotilla, por lo menos ahora en mis soplos-vahos-astrales de fáciles comprensiones de vuestro mundo terráqueo, (mira que es difícil) me toca opinar, que deschorraos sois desde mi visión astral. En que mundo vivís, donde pensáis que estáis, en un sinfín de todo juerga, que se arregla dando futbol, música y cantares de programas televisivos con música interminables que os ofrecen todos los canales al servicio de más Abundio-s en el gobierno, me sabe mal deciros, a vosotros jóvenes como os lo montáis, disponéis de menos momentos de vida que la mariposa efemorótepos o chechipolas de poca duración. El soplo de vida sin darte cuenta es solo un vaho. La protesta racional siempre tiene que estar a flor de labios. No con eso quiero que penséis que os quiero intimar vuestro momento de gloria que ni siquiera sirve para un final feliz, por Dios, disfrutar todo lo que os toque en vuestro momento, os lo merecéis, parte os corresponde y además con todas sus alegrias, pero la vejez está en la esquina, piensa en ella, os espera. Yo ya no estoy aquí en mis soplos-vahos, no para juzgaros y menos para meterme en vuestros pensamientos, sólo y además es por pensar, que no se si pienso en mi estado actual, pero sin ver ni oír, seguramente me puedo permitir hacer algunas comparaciones, muy pequeñas, de mis tiempos ya vividos.
—Sí, sí, si Albert. Antes de ayer estábamos juntos, yo cocinando y tú con la bici a la compra…, me fui con toda la parsimonia, sólo pude dar un sorbo a mi botellín de cerveza Dam, y no tardaron mucho en personarse dos ambulancias de la Seguridad Social y mira que intentaron reanimarme, ni me entere, fulminada me caí, no te puedes imaginar el largarse así de ésta tierra tan nauseabunda, mal oliente de gases perturbadores con consecuencias pulmonares en cada momento terrenal, la tranquilidad en que uno se queda el dejaros. Desde donde estoy el momento es tan simple que el oxigeno, ni siquiera lo necesito, me da tres pitos el (O2). No quiero ir en preámbulos desaboríos en calificaros a unos y a otros, políticos, no todos, sois una mierda; siempre recordando, para remover pasados de malos tiempos, para conservaros de vuestros propios líos. El tiempo que viví entre vosotros me era imposible comprender a todos los políticos de pacotilla, por lo menos ahora en mis soplos-vahos-astrales de fáciles comprensiones de vuestro mundo terráqueo, (mira que es difícil) me toca opinar, que deschorraos sois desde mi visión astral. En que mundo vivís, donde pensáis que estáis, en un sinfín de todo juerga, que se arregla dando futbol, música y cantares de programas televisivos con música interminables que os ofrecen todos los canales al servicio de más Abundio-s en el gobierno, me sabe mal deciros, a vosotros jóvenes como os lo montáis, disponéis de menos momentos de vida que la mariposa efemorótepos o chechipolas de poca duración. El soplo de vida sin darte cuenta es solo un vaho. La protesta racional siempre tiene que estar a flor de labios. No con eso quiero que penséis que os quiero intimar vuestro momento de gloria que ni siquiera sirve para un final feliz, por Dios, disfrutar todo lo que os toque en vuestro momento, os lo merecéis, parte os corresponde y además con todas sus alegrias, pero la vejez está en la esquina, piensa en ella, os espera. Yo ya no estoy aquí en mis soplos-vahos, no para juzgaros y menos para meterme en vuestros pensamientos, sólo y además es por pensar, que no se si pienso en mi estado actual, pero sin ver ni oír, seguramente me puedo permitir hacer algunas comparaciones, muy pequeñas, de mis tiempos ya vividos.
Me lio, en
mi estado actual no siempre es fácil acoplarse en lo astral, yo simplemente
quería entran en tus sueños, donde me doy cuenta que por circunstancias ajenas
a tus quehaceres sueñas en tu soledad, sin más. En el día antes de ayer quería
entrar en tus sueños, y, lo conseguí, estabas…a la buena de Dios soñando con
comida en tu fase REM: soñabas en una llamada comida, Musaka, me llamo mucho la
atención, porque no entraba en mi cocina
riojana cotidiana de mis años de moza,
pero por respeto a tu sueño, le preste atención a tus conclusiones culinarias.
Si, en mis quehaceres caseras nunca había visto una Musaka, ni siquiera que con
tal nombre pudiera existir manjar, yo de las Patatas a la Riojana de Michelin
de 3 estrellas me bastaba con hacer feliz a mi familia, que buenas que son.
Soñabas con tu musaka casi hablada; calabacín a rodanchas, berenjenas fileteadas,
sofrito con mucho aceite (salteado) un
momento y reservado y escurrido carne de ternera y cerdo trinchado frito normal,
todo esto en un papel de cocina una vez frito, sacar una fuente de estas de ir
al horno y montarlo, una capa de calabacín y otra de berenjena con su carne
sofrita correspondiente, bechamel por encima salpicado con queso (al gusto),
otra capa de berenjena con su carne y sigo con la bechamel espaciada con el
resto de la berenjena para terminar cubierto de bechamel con su queso al gusto
y al horno, 30 minutos gratinado, parecías Karlos Arguiñano, sólo te faltaba el
chiste. Experimentar. Al terminar de tu sueño REM vi que te quedabas a dos
velas, tus ojos dejaron de hace chirimoyas; me dije: ahora es mi momento de
entrar a matar con la muleta y el estoque, así entre en tu cerebro, una vez
dentro te manejé como quise en tu sueño. Te recordé en mi propuesto nuevo sueño, toda clase de odiseas amorosas de nuestra juventud matrimonial, nuestros
momentos placenteros-eróticos con susurros al oído y desgarros amorosos entre
movimientos de va y viene de barca sin remos a babor, estribor, proa y popa
todo se fundía, momentos donde cuerpos se entrelazaban en un punto cerebral,
quedando atomizados nuestros sentidos de felicidad, perdidos en la plenitud
del punto astral, noche y día, sol y luna, que momentos; sueña, que el soñar en
la vejez es lo único que os queda a los vivientes terrenales (no parabas de
moverte a babor y a estribor), no insistí más, no sea que vengas a visitarme
antes de hora. Un Sueño Astral Estrellado. Otro día que tengas una comida bañada
con cava te haré otra visita de recordanza. Por hoy ya estás más que servido. Suficiente,
no te me vayas a perder.—
Luisa, qué
bien me lo pintas en tus entradas en mi blog en mis sueños otoñales, bueno, más
bien invernales, me acuerdo de este día, se que soñé, lo que pasa es que se me
va del la cabeza, no me acuerdo muy bien lo que soñé, si tu interviniste, seguro que fue lindo
el sueño. No di en que eras tú la que me proporciona tales sueños
placenteros, te digo: es que con la televisión en la cama, sus películas, unas
veces cargadas de erotismo, otras de asesinatos, de guerras, políticas y alguna cómica picante y entre medio algún
que otro programa musical; ni te cuento, si te digo que también escucho la
radio además tengo el ordenador el móvil y además un libro empezado, es que
cada día me cuesta más dormir por las noches, ahora de día, solo con sentarme
enfrente del televisor me quedo roque como un niño de un año, se ve que tengo
el sueño cambiado y no lo puedo descambiar, me
he quedado sin el ticket de compra, en fin, mi bolo cerebral ya no debe
estar en sus facultades óptimas y cada día acepto todo lo que me cae encima con
más filosofía. El hacerse viejo, no diré que sea agradable, pero pienso que no
hacerse aun es peor y, como no tenemos otro remedio, por ahora, lo mejor es
dejarme de preocuparme en que seré cuando sea más viejo, si es que me queda algo; al joven lo veo peliagudo,
por lo del trabajo, ese si tiene que preocuparse, de cómo vivirás cuando tu
llegues a la jubilación y de cómo te lo habremos dejado. Igual habrá una solución en su día. Por
si acaso piensa en ello.
No se si
te habrás dado cuenta que me voy apartando de los programas de politiqueo, no
del todo, el del Gran Wyoming de la TV6, aun lo veo, me saca sonrisas, la que
da las noticias en serio, Sandra Sabatés, lista, me gusta y a Wyoming lo tengo por un
presentador inteligente y que lleva un programa agotador. Sabes que me pasa es
que no compartir pierde el sentido escuchar, cuando estábamos juntos, por lo
menos discutíamos y nos daba a los dos vida, ahora nadie me pone pegas a nada,
como si estuviera en un invernadero o como dice algún político un jarrón chino y, mira que me muevo, el otro día hice una
caldereta de patatas a la riojana, para chuparse los dedos, Joan y Arend me
dijeron que eran las mejores que había comido y los dos han comido patatas a la
riojana en Cervera de todos los amigos y cocineros: es lo que te digo me tienen
en un invernadero me cuidan. Como a un chiquillo. ¡Ja,Ja,Ja,! De todo lo que te
cuento créete la mitad y restalo por dos y añádele el Pi-R al cuadrado, 3.1416.
Si lo haces en tus Soplos-Vahos pásalo por hacer la prueba del 9. Tendrás
incluso el resultado político. Petons.
SUEÑO DE UNAS SOMBRAS
Tú...
en las estrellas.
Yo...
en el agua.
Y así para nosotros
la noche entró a los caminos
como un buey de sombra.
Se aquietaron las voces azules
de los astros lejanos,
y en un temblor de labios
presentí el silencio.
.......... ....... .........
Al despertar
un jazmín de luz en tus palabras.
Nadie...
en las estrellas.
Nadie...
en el agua.
Alfonso Calderón (Chileno)
Tú...
en las estrellas.
Yo...
en el agua.
Y así para nosotros
la noche entró a los caminos
como un buey de sombra.
Se aquietaron las voces azules
de los astros lejanos,
y en un temblor de labios
presentí el silencio.
.......... ....... .........
Al despertar
un jazmín de luz en tus palabras.
Nadie...
en las estrellas.
Nadie...
en el agua.
Alfonso Calderón (Chileno)