PAISAJES DEL RECUERDO
¡Hola Lluïsa! Tu nombre, en catalán. Al ponerme enfrente de
este paisaje tan contemplado por los dos en paseos por el camino verde de
Catorres, repito, desde mis recuerdos he pronunciado el hola Lluïsa. Es mi
lengua vernacula, muchas veces te llamaba así en nuestras cariñosas carantoñas amorosas de
lunas escondidas acopañadas de petons y, de amor de años compartidos
reflexionados por los dos y siempre
recibi contestacion tuya con un, Alberto apasionado en tu lengua tan castellana
de besos amorosos excesivos. Que fácil es
si uno quiere en entenderse con el que tienes al lado y tan complicado
que lo hacemos entre todos en no entendernos, siempre
por chinchar al otro, por ceer que uno pisa el orgullo del otro. Los
españoles todos, somos un pais de sentimientos arraigados cada uno en su pequeño
rincón de extra muros y así formamos una
nación, pero cuando el cariño terruño supera y es más fuerte que el global
nacional por lo que sea, sale un brote de querencias hacia su pequeña parcela;
sale el padre patriarcal a reprendernos, no nos deja que tengamos nuestro
propio piso y nos rijamos cada uno a anuestra manera, no, no, no, él el Patriarca no te deja volar,
quiere que lo suyo pervalezca hasta el final de su agonia. Como viejo que soy,
puedo estar de acuerdo aunque sea por egoismo por tener los hijos cerca, en mis
faldas, pero si reflexiono con atención y sin preambulos, pienso que cada uno al nacer tienen derecho a
su propio destino que encauzar y pienso que el padre, gobierno o como los
quieras llamar siempre tienen que estar prestos si los llamam para ayudar, pero
no para imponer, el padre tiene trucos, tiene papeles de la casa y papeles de potestad
que le otorgan el supremo hacer y deshacer. Ay padres, siguiendo la metáfora,
que son muy egoistas y soltar a un hijo aunque sea hijo adptivo, les cuesta; muchos
les cuesta encontrar la libertad de pensaiento en vez de encontrar la amistad
coloquial permanente entre todos.
Luisa, si te parece que me he salido del guion que entre los
dos sin ver, ni oír, ni hablar me he pasado, me lo dices, no tengas reparos, ya
sabes que echar un paso atrás no me cuesta nada, a mis años casi me es mas
fácil desandar que andar, mi lema es –si se puede hacer fácil porque lo
complicamos- y mira como lo chinchamos
todo cada día, a veces me pregunto ¿seremos la raza humana los más listos del
mundo? O sin saberlo, existe algún animal de los llamados animales irracionales
que es mucho más listo que todos los premios Novel y vive callado por haberse
dado cuenta que el animal racional que tanto ponderamos es un animal irracional
total y el entablar hablar con el no vale la pena, por inutilidad incompatible
de cerebro ¿hasta cuando aguantaremos en todo nuestro pensar irracional, para
encontrarnos en la racionalidad en nuestro razonar?. Luisa como ser racional que
soy, eso pienso, me paso animal irracional en los momentos que me toca vivir.
Me siento más acorde con el tiempo actual y sobre todo procuro actualizado, a si y todo no llego a la puesta
al día.
Hoy no te digo nada más de mis tiempos compartidos contigo, y
no porque el tema se me termine, no, ni siquiera tengo momentos de olvido en lo
que te tengo que decir, pero resulta que a veces mis sentimientos los veo tan
oscuros, que pienso…, dejémoslo para otro dia con menos influencias extra
sensoriales, que talvez vengan de soplos-vahos astrales burlones que me quieren
fastidiar el día; haberlos, haberlos los ¡ay!, pero a mi como: Sigo siendo el
Rey, no hacen mella en todo mi pensar. Que tu profundo sueño, sea de verdad.
—Luisa—Tus planteamientos políticos en mi plasma
neutro astral no son signo de ningun planteamiento entre soplos-vahos astrales,
sin comentarios entre todos nosotros, que si es verdad, que muchos, mientras
estuvimos en tierra pisada y pateada,
pudimos tener nuestras tendencias, de izquierdas o derechas, fascistas o
comunistas, liberales o conservadoras, aquí nada de nada, con decirte: que el
otro minuto astral vi el soplo-vaho astral de Francisco Franco Bahamonde con
barretina catalana por mis alrededores, después me enteré que esta descansando
al lado de Macià y se la cogió de su soplo-vaho, porque los vientos alisos eran
muy fuertes con peligro de traslado otra vez por partidos que todo lo ofrecen
para orejas receptoras de oídos celestiales, si es que uno no puede dar crédito de lo que
sin ver, ni oír, ni hablar, llega a oír y ver en vuestra España democrática.
La foto, el paisaje, no puede ser más bucólico para mi ¡que
sí! estar estoy, me acuerdo, pero no como tu razonar, es totalmente diferente,
estoy en cada momento que tu estás sin saber porque estoy, seguro que estoy
presente mi soplo-vaho, junto con todos los que en tales momentos quieran que allí esté. Así funciona en lo astral los soplo-vahos, no solamente para
vosotros familia, sino, para todo aquel que quiera sin ver, ni oír, ni hablar
recordar su soplo-vaho astral. El
campanario de San Gil y en el fondo la ermita de La Virgen del Monte, preciosa
y además adornada con el verde de los chopos, un final de tranquilidad astral. Seguro
que esta foto es repetida por cada cerverano paseante del camino verde, es una
foto clásica de ver San Gil y la Virgen que los cerveranos saben apreciar y
mostrar con orgullo de pueblo fotográfico de artista por doquier.
No quisiera dejar de contestarte de mi pedazo de celemín de
mi natal residencia de mi juventud, lo que yo sentía por mi pedazo de terruño
en mis momentos de vida propia terrenal, era incalculable, mis recuerdos; mis
padres, mi amorar con amiguillas, hermanos, caballo, cerdo , gallinas, corral,
higuera y contorno etc.… esto hacía de mi que lo poco que tenía era de máxima
apreciación en todos mis sentidos, era
único para mi, a mi que me importaba, Castilla, Cataluña, Andalucía o Canarias, sin contar castillos en el aire desconocidos por mi que ni siquiera nunca pensé en
ellos, si yo solamente conocía Cervera y sus montes, yo viví mi pedazo de terruño
con intensidad y conocí el pedazo de España globalizada, pero tengo que decir
que mi pequeño celemín continua siendo mi pequeño estado, todo lo de más me
sobra, y donde estoy, incluso mi pequeño estado no me es imprescindible.
Solamente decirte sin ver, ni oír, ni hablar, que mientras puedas ama lo que tu
más puedas, sin dejar de amar ,incluso en tu mirar al que no sueña como tú.—
REHABILITACION
Aprovecho el más antiguo derecho de la
imaginación
y por primera vez en la vida convoco a los muertos,
observo sus rostros, escucho sus pasos,
aunque sé que el que ha muerto ha muerto de verdad.
Ya es hora de tomar nuestra propia
cabeza entre las manos
y decirle: pobre Yorick, ¿dónde está tu ignorancia,
dónde tu confianza ciega, dónde tu ingenuidad,
tu ya-saldrá-de-alguna-forma, el equilibrio de tu alma
entre la verdad comprobada y la no comprobada?
Creí en su traición, creí en que no
merecen nombre
ya que la mala hierba se burla de sus desconocidas tumbas
y los imitan los cuervos y las nevascas se mofan de ellos
—pero éstos fueron, Yorick, sólo falsos testigos.
La eternidad de los muertos dura
mientras se les paga con memoria,
moneda inestable. Y no hay día
en que alguien no pierda su eternidad.
Hoy de la eternidad sé aún más:
se puede dar y quitar.
Al que se ha llamado traidor
tiene que morir junto con su nombre.
Pero nuestro poder sobre los muertos
exige una balanza imperturbable:
para que el juicio no se haga de noche
y para que el juez no esté desnudo.
La tierra hierve y ellos, que ya son
tierra,
se levantan, terrón tras terrón, puñado a puñado,
salen del silencio, vuelven a sus nombres,
a la memoria del pueblo, a los laureles y aplausos.
¿Dónde está mi poder sobre las
palabras?
Las palabras cayeron al fondo de las lágrimas,
palabras, palabras incapaces de resucitar a la gente,
descripción muerta como una fotografía junto al resplandor del magnesio.
Y ni siquiera a un mínimo aliento los puedo despertar
yo, Sísifo asignado al infierno de la poesía.
Vienen hacia nosotros. Y filosos como
diamantes
—en las vitrinas brillosas por enfrente,
en las ventanas de acogedores departamentos,
en los lentes rosados, en los vasos,
cerebros, corazones— calladamente van cortando.
Poesia: Wislawa Szimborcka, premio
Novel de Literatura 1996
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