CERVERA DEL RIO ALHAMA – Vestigios de un castillo

Castillo, Cervera del Río Alhama

CASTILLO DE CERVERA DEL RÍO ALHAMA

Sobre lo alto de la peña de San Antonio, dividendo en dos el pueblo, se encuentra el castillo de Cervera del Río Alhama.

Se trata de una construcción de origen romano, aunque la mayoría de los restos de que han sobrevivido hasta nuestros días son árabes o ya cristianos de los siglos XIII y XIV. Fruto de sus muchas fases de construcción los materiales empleados son diversos, hay zonas en mampostería, en sillería y en yeso. Su planta es irregular y se adapta a las intricadas formas de la peña, aun así pueden distinguirse cuatro grandes zonas. La primera sería un gran patio interior cerrado por las murallas, donde se encuentran algunos restos de origen romano. En el interior del recinto existe un espacio semienterrado que pudo servir de almacén o abrigo de la tropa. La segunda, situada en la parte oeste, es la parte de habitación, donde se encontraría la parte noble. Este sería el núcleo del castillo, donde se encontraba la gran torre con fuertes muros defensivos de al menos dos plantas más un aljibe subterráneo. Aquí se encontraba el llamado "mirador de la princesa", el ventanal geminado desplomando en los años 70. La tercera zona sería el cuerpo de guardia que da paso al recinto principal y el cuarto son dos baluartes situados en los extremos este y oeste del castillo,

El castillo, como la villa, fue conquistado por Alfonso I de Aragón "el Batallador" aunque pronto fue incorporado al reino de Castilla formando parte de la frontera del reino. En el 1304 Fernando IV lo cede al infante Alfonso de la Cerda como prenda para los caballeros del Señorío de Vizcaya. Años más tarde Enrique II de Trastamara lo donara junto con la villa a Duguesclin, aquel de "ni quito ni pongo Rey pero ayudo a mi señor", quien a su vez los cedió en 1370 Juan Ramírez de Arellano quedando así incorporado al Señorío de Cameros. En la guerra carlista se volvió a utilizar, y es cuando se sustituyen las almenas por aspilleras.

En la actualidad pertenece al ayuntamiento, y su estado es de ruina absoluta fruto del abandono y la dejadez.

(Pequeña reseña encontrada en Internet (página, Historia del castillo de Cervera del Río Alhama La Rioja).

En mi incredulidad de mis años vividos todo lo que cuenta el que lo cuenta de lo que cuenta sobre el Castillo de la Peña de Cervera del Río Alhama, o de cualquier cosa incluso de política, siempre lo pongo en cuarentena, pienso que todo puede ser una pura verdad o, acaso, medias del contador de turno que supo buscar en otros contadores de medias historias de cuentos etc… que sin tener otras referencias valederas, tenemos que dar por medio buenas las que nos cuenta este contador medio historiador. Parece un trabalenguas, pero no lo es o, por lo menos para mí que me trabo muchas veces en lo que cuento; en mis días de vejez empiezo a ver el más allá cerca de mi, lo cuestiono todo en mi tanta duda, si tengo que decir la verdad, no se porque ha llegado la mente a ésta conclusión. Mi pensar se ha vuelto perspicaz por desfachatez de tantos cuentistas, sin yo saberlo. Sí, en un tiempo fui un gran creyente, incauto, que incluso creía en la existencia de un solo Dios salvador del mundo y un Franco militar exterminador de hordas rojas y generalísimo amparado bajo Palio como un salvador de una España Grande y Libre. El cerebro y sus neuronas se ve que a mis cumplidos años se ha electrificado demasiado, sus impulsos por acumulación de rayos solares en mi placa calva por razón de años a cuesta de mis hombros y, sea por lo que sea, se han revolucionado en ser más racional y todo lo creído de joven de viejo no me sirve, bueno, si me sirve, para recordar sus buenos momento de cópula y desechar los malos de Ejercicios Espirituales de infiernos de calderas hirviendo, fuegos volcánicos, mujeres horrendas con pinchos en sus partes lúdicas y hombres sin sexo perturbador acompañado de tridentes con puntas afiladas en manos de demonios alados con cabeza de cuernos de macho cabrío instigando con su horca a soplos-vahos dando gritos al cielo penumbroso…, como se podía ser tan carbón el de turno, el que ponía en solfa tal acontecimiento en niños indefensos tal cuento que él sabía inexistente o por lo menos dudoso en todo este cuento. La mente, mi mente a mis años ha vuelto a la cordura, es una suerte el haber podido llegar a la cordura de acercamiento a una buena muerte sin parámetros de ninguna clase de todas las religiones de mi niñez de un mal soñar. Las religiones dicen algunos: no enseñan nada malo, de momento para mi, no enseñan nada bien y lo poco que enseñan, tampoco es bueno; los motivos de guerras que tenemos en nuestro mundo, aunque parece que no las promuevan todas las religiones, ellas las amparan cada una en su Dios y sepan que solamente es por poder y dinero, no por salvar almas. Las almas se salvan con la muerte y su descanso eterno.

Tú, al no cumplir años solamente nanómetros equiparado con horas en el tiempo astral de soplos-vahos, he pensado que te gustaría el recordar años pasados de nuestro tiempo del Calendario Gregoriano y rebuscando en la caja de sorpresas de tu baúl de los recuerdos, me he encontrado esta “L’Auca” de una niña y soñando que ahora cumplirías algunos años más he decidido acoplar ésta pequeña historieta por si te sirve de distracción ya que aquí donde te encuentras se que estáis bien descansando, pero unos pocos recuerdos igual nos va bien a los dos el volver a soñar. Aquí en el blog te la dejo para que le eches un vistazo, pero no me critiques mi osadía de publicarla, sin darme cuenta son reencuentros contigo del más allá imaginado.

Esta historia tan simple, es nuestra historia y tal vez sea la tuya que tuviste que abandonar tu pequeño rincón sin pensar que donde fueres no todo eran flores sino muchas espinas en los tallos de sus brancas. Muchos de aquel tiempo sin saber tanto, supimos afrontar con sacrificios penumbrosas y alegrías flamenconas tirititraneras conseguir llegar a un final racional.

—Luisa— Gracias por devolverme la escritura en nuestro cimborio astral, sin ver, ni oír, ni hablar.

El castillo de Cervera. Ahí está, ahí está, cómo, la Puerta de Alcalá. El castillo para mi no es un símbolo es mi vida de mi niñez mi mundo escondido, yo viví hasta los veinte y un años a las faldas de él, la puerta somera de mi casa se asomaba al sendero del castillo, era un espacio de mil usos, servía cómo tendedero, para ablentar garbanzos, tomas de sol, wáter closet, paseos, incluso en sus momentos sueños de libertad; ten en cuenta que sin faltarnos, lo principal, la subsistencia justa y poco variada, de lo demás todo era un lujo si alguno teníamos, te cuento: pan, aceite, patatas, remolachas y verduras, huevos, tocino, alubias, garbanzos, arvejas y otras gramíneas, no es que estuviéramos sobrados pero no nos faltaba, si el año había sido lluvioso y la cosecha era de un buen año. El agua no llegaba a casa, teníamos tinaja que se tenía que llenar con cantaros de agua de hojalata o de barro y llevarlos día si día no, encima de la cabeza con su rodilla para dar más estabilidad a lo que llevaras, en este caso agua, desde la fuente a casa para el consumo diario de animales y personas; los baños corporales eran con cofaina y trapo, esponja de mar nunca vi una, trapo jabón y agua, ahora medio cuerpo y ahora la otra mitad, quedábamos limpios para pasar revista; Water corral y falda castillo; luz una bombilla de derecho autorizado por la compañía en el portal, que nosotros le habíamos acoplado más cordón y la pasábamos de un sitio a otro de la casa según momento y necesidad, no había contador. Lavar ropa y enseres de la cocina a veces en el río si bajaba agua porque nos gustaba el ver correr del agua, pero lo más usual era en la acequia del pueblo, en el puente Zamora. Al cabo de unos años, ya casados, mi hermano puso agua corriente en el portal un water y lavadero con canilla y cuyo grifo no se cerraba por ser el consumo mínimo o por desidia, con tubería pequeña de plomo, que me parece que ahora esta prohibida por ser el plomo cancerígeno y en el barranco muchas casas aun siguen con plomo, los ayuntamiento me parece que no han hecho el cambio de la cometida, ni siquiera se han preocupado, no tendría que ser yo la denunciante, desde mi reposo si estás las han substituido por PVC; si ya están cambiadas retiro lo dicho. No tuvimos una vida fácil, alegres sí éramos, conocíamos tan poco del mundo, que con escuchar la radio de una casa que la tuviera con audiencia del barranco de la Herida Luminosa nos sentíamos satisfechos y felices y aun nos quedaba tiempo para llorar la radionovela.

La historia de una niña de treinta años ahora que me la has mentalizado me acuerdo de ella, esto de me acuerdo es un decir, mi soplo-vaho no puede pensar como tú, pero si a través de nuestra sintonía puedo recordar y volver a visualizar momentos que tú con voluntad me transmites en mi sin ver, ni oír, ni hablar. Tiempos de sueldos ajustados, un solo trabajo el tuyo y dos hijos, pero no me negarás que fui una cerverana que la casa y a vosotros os supo llevar en regla y así nos fue en todo el recorrido de nuestras vidas. La vida de hoy en día que lleva la juventud es mucho más agradable que la nuestra es su tiempo, pero no más feliz. A mi, en mis astrales reposos os diría que suerte de tener tantos avances, tenéis suerte conocéis lo de aquí y lo de más allá, pero lo esencial de la vida no se si lo habéis conocido o no os dejan conocerlo, es la Tranquilidad, es tanta vuestra sabiduría que os absorbe encontrar la simplicidad de la vida. Cuídate y no decaigas que si faltas tú, yo no soy nadie y no hagas fuína de tus obligaciones—.

UN CUENTOENIGMA

Lobodrina
esto que nos ocurre
se parece a una partida de ajedrez:
jugamos contra el caballero-muerte
a él lo ayuda el rey-tiempo
pero la vida madrina
fluye de nuestro lado.

Son buenos jugadores
avezados
y somos de continuo
aficionadas
pero a veces…
que delicia observar
sus rostros demudados
cuando juntos gritamos
¡jaque al rey!

                                      Poesía: Begoña Eguiluz