Sombras

lunes, mayo 16, 2022

CERVERA DEL RIO ALHAMA – Tres años sin ti

 

Tatuaje en la corteza de un chopo virtual

1934- 05-28 al 2019-05-18

Tatuaje que nunca pensé en realizar en un árbol, por pensar que siempre esperaba que fuera yo el primero en partir al firmamento astral de luna y soplos-vahos, donde sin ver, ni oír, ni hablar el reposo eterno, es un merecido premio a nuestras desventuras terrenales, que a lo largo de la vida soportamos, disfrutando de algunos ratillos que nos saben a gloria y miel mentalmente espiritual y corporal. Ni a ti ni a mi se nos ocurrió en nuestros amoríos de joven tatuar un corazón en un abedul o chopo del Río Alhama o fue falta de imaginación o es porque no llevábamos navaja en nuestros bolsillos; te digo y te cuento: es que ahora algunos jóvenes cuando salen de juerga por la noche con bebidas caprichosas y anfetaminas de colores: salen con navaja en su bolsillo por si las moscas o por búscalas. Tú me contabas que tu abuelo llevaba siempre navaja en el cincho…—pero era para trabajar y cortar tocino con pan— podía visitar alguna taberna en tardes de merienda-cena y liar alguna trifulca por efectos del vino peleón, sin consecuencias de reyerta prevaricada, aun que ya, no se quitara la navaja de la faja hasta la noche para descansar con sueños profundos de grandeza sin realizar.

En mente al empezar mi misiva, Tatuaje, era para decirte en nuestro ver sin ver que ya llevamos tres años con nuestros sueños desde que tú nos dejaste a toda la familia y a mi también, que no soy familia, sólo marido que te recuerda como esposa y compañera. No te he guardado luto ni siquiera un botón negro en la solapa. De colores he querido vivir los años que me resten pensando en ti como duelo. Con el luto en mi corazón y el luto que tú guardaste a los tuyos junto con el recuerdo que me quedo a mí de Cervera de negro de los años 1954, me doy por cumplido de duelos, prefiero guardar bonitos recuerdos de nosotros y dejar el negro solamente cómo look de moda. Es en estos tres años de comunicación interplanetaria extrapolar nos hemos contado cosas y recordado momentos: cuándo te empecé a escribirte en el despido de tu ir por éstas astrales galaxias fue en el blogspot apartado del 21 de Mayo 2019. Titulado —Luisa (la Yuya) lo poco que te escribí en su momento los párrafos todos empezaban con: Te acuerdas, terminando en que teníamos muchos, te acuerdas y, de ésta manera nos han pasado tres años deprisa y corriendo, sobre todo para mí que piso el terráqueo mundo, tú seguro con la infinidad del tiempo evo en que te toca reposar, será un nanómetro de tu reposo infinito.

Después de estos tres años de comunicativos escritos sin ver, ni oír, ni hablar entre los dos, nos tendríamos que dar una pausa, seguro que tú ya estarás harta en que te de la lata y yo seguramente que se me va apoderando la desidia, sea por los años o porque los recuerdos se me van esfumando del pensamiento, ¡oh! por qué no ¡que caray! Por cambiar de vida que a mis noventa y un anos también tengo derecho, mis derechos, je,je,je, que no son perniciosos ni concupiscentes, solamente sea por el tiempo que sea de verme en el espejo de la vida mi vejez decadente. Tal vez mi cambio solamente consista en que me aletargue en escribirte e intercale otros temas en el blog, por buscar una variación en mi distracción de escribir.

El día 15 de este mes nos vamos a reunir la familia y vamos ha celebrar tu cumpleaños y el mío juntos, lo pasaremos en el parque de atracciones del PortAventura World, los hijos me han convidado a recordar desde nuestra visita, hace, por lo menos quince o veinte años que fuimos los dos a visitarlo, para que me de cuenta los cambios que se han producido en el PorAventura, sobre todo con su arboleda y flora de muchos países, no se como reaccionare por sus paseos, si puedo alquilar un scooter seguro que podre seguirles; sino me siento en el bar de turno con un Rioja, el móvil y ver pasar a los turistas del —Far West Americano— a esperar el cierre, pudo hacer kilómetros de recorrido mental virtual. La espera en mi no es problema, a mis años se ha incrustado a mi espalda cómo el caracol lleva la concha, va con los años. Que tu reposo te vayan acompañado de profundos sueños de soplos-vahos lunáticos de tus entornos de todos los cerveranos que descansáis en estos astrales lugares. ¡Adeu!

—Luisa— Nunca fuimos dados a tales practicas de tatuaje amorosos en los árboles, ni siquiera a mi me dio para hacerme un tatuaje en una nalga con un corazón de Cupido con flecha atravesada en recuerdo de nuestro día de besarnos y acorrucarnos en nuestro enamoramiento; es más, cuándo me ha tocado mi tiempo de estar terrenal con vosotros, nunca pude llegar a comprender como una piel tan bonita de hombre o de mujer, se pudiera estropear con tatuajes para toda la vida y, much@s no tienen bastante con el tatuaje que se llenan de piercings por todo el cuerpo, para… no se por qué gusto…, allá cada cual, pero una piel morena, blanca, cobriza etc… o la que sea, es bonita, con que este limpia y olorosa a humano. En mi tiempo de terrícola no era de mi agrado el tatuaje, aquí, todo es un puro soplo-vaho diluido a nada.

Pero vamos a ver, que me insinúas con esto de dar un descanso en nuestros comunicativos escritos de días en días, yo no me canso en contestarte, para mi el esfuerzo (para que me entiendas) es de transposición de pasar de soplo-vaho a soplillo de oreja para inyectarte toda mi verborrea, esto me representa un pequeño esfuerzo, pero me vale la pena en mi reposo, me lo tomo como una gimnasia galáctica de interpretación verbal astral, piensa que esto que a ti y a mi, se nos da bien como relativamente fácil, no todos los soplos-vahos lo consiguen, no, no… algunos, llegan a niveles más altos de interpretación, se manifiestan en forma de espectro fantasmal a las personas que más les interesa mostrarse, yo no se si llegaré a conseguir esta categoría, si llegara lo nuestro sería más personal y no tendrías que esforzarte en transcribir mis soplillos sería todo virtual. Algún ruido de ultra astral te mando de vez en cuando en los silencios de la noche como nuevo contacto, pero tú cuándo no tienes la radio tienes el televisor y, con tu dureza de oído no me escuchas, pero siempre me queda mi soplillo de oreja.

Concupiscente, de que me hablas, si con que puedas tener una micción normal a tus años, puedes dar gracias al tiempo vivido con complicaciones relativas, el que puedas orinar sin sonda ni corta prisas es todo un éxito en tu vida, ¡no me jodas Albert! Ya vale. Soy veterana en tu vida y, no me hagas hablar ¡des-chorra-oh!… tu mente te está jugando malas pasada de pensamiento, aguanta como ahora y consérvate tal cual que estás muy bien de eunuco fresco y reluciente calva, pero con voz sin perfilar ni entonar por falta de soplo pulmonar. Si alguien te entiende, incluso resultas simpático para tus homogéneos seres.

En reunión de familia todos al PortAventura, te envidio, me gustaría poder hablarle a mi bisnieto, ya tiene cinco años, procuro aportarle todas mis fuerzas astrales para que tenga una vida buena, se que a pesar de mis esfuerzos el mundo está gobernado por sinsabores que muchos acompañáis a más angustias. Los niños de ahora no puedo predecir el futuro que les espera, muy claro no lo tengo, hasta nuestro tiempo hemos ido ha mejor, de ahora adelante no se si habéis tocado techo, no lo sé, es una frustración. Son tantas las incógnitas.

Escribe cuando quieras y lo que te de la gana yo siempre estaré con vosotros familia y tú no te esfurruches zarrancoso, que el mundo bien o mal sigue su rumbo y vale la pena vivirlo, aun que sea como se pueda.


EL VAIVÉN DE LAS OLAS

Olas en la mar
vienen y van, son tantas
imprescindibles descifrar,
soñar, es contemplarlas.

La mar con su vaivén
alma de su entornar,
nunca deseoso de su Alíen,
difícil, sin Neptuno organizar.

Olas perdidas, regeneradas,
halladas en su despertar
al son de músicas esperadas.

Nunca caprichosas volverán,
burbujeantes ruidosas, cansadas, 
esperanzadas, fundidas terminarán

                                                      Poesía: Albert Gilabert

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