Sombras

miércoles, noviembre 24, 2010

CERVERA DEL RIO ALHAMA – Valdegutur-Pantano Añamaza

12-P 61X46
Año 2006

Óleo

PANTANO DE AÑAMAZA


Una mañana clara y soleada con amagos de alguna nube por el nort-oest sin mucha importancia para mis pretensiones de captar una instantánea para poderla plasmar en un lienzo en mi estudio, seguramente me repito en la manera de concebir un paisaje en la tela, sería mejor poder llevar el caballete y pintarlo allí, en situ, con todo el sabor de la naturaleza, esto más que nada lo aconsejo para el novel que quiera dedicarse a la pintura de caballete, como al natural no hay nada lo que pasa es que las circunstancias obligan adaptarse en cada momento en lo que uno puede hacer.


Me he permitido copiar del Blog –Ruta de Escape- del periodista ESQUERRO la siguiente reseña sobre el pantano y la vega de Añamaza de Valdegutur, Cervera del Río Alhama, La Rioja.


Añamaza, Añamaza... ¿Dónde está el río Añamaza?, se dirá usted si no es un gran conocedor de la geografía riojana. Pues bien, el valle del río Añamaza es un recóndito enclave de la comarca de Cervera del Río Alhama que La Rioja comparte, todo hay que decirlo, con la vecina provincia de Soria. Un lugar desconocido para la mayoría de los riojanos, pero dotado de tal encanto que, en opinión de este humilde cronista, le hace merecedor de figurar en el catálogo de espacios naturales de la región. Los atributos que reúne son muchos. No es fácil encontrar en la zona más árida de La Rioja Baja un valle de estas características que reúne en apenas cinco kilómetros (unos diez si se incluye la parte soriana) un pequeño embalse, grandes paredes calizas, un río al que no le falta agua durante todo el año, una exhuberante vegetación de ribera acompañada en ciertos tramos por bosquetes de encinas y una amplia variedad faunística en la que se incluyen, entre otras especies, ciervos, jabalíes, buitres, perdices y anades reales. A lo largo del cauce perduran también las huellas de antiguos poblados que aprovechaban el abrigo del valle y los páramos cercanos para desarrollar una economía de subsistencia hoy ya extinguida.

En la actualidad, el único asentamiento que sobrevive es la pequeña aldea de Valdegutur, puerta de entrada al cañón del Añamaza desde la parte riojana. Desde aquí hacia el norte, hacia Cabretón, el valle se abre dando mayores oportunidades a la actividad agrícola. Pero desde Valdegutur hacia el sur, hacia tierras sorianas, todavía es posible disfrutar de bellos escenarios naturales, desconocidos para la gran mayoría de riojanos y no digamos ya nada para los foráneos. Sorprende realmente este pequeño valle, que se abre como una alargada cicatriz entre grandes páramos y montes yermos. Primero, por la abundancia de agua y con ello de vegetación, pero también por su agreste orografía, con roquedos y peñascos siempre a ambos lados. Aún así, caminar por el fondo del barranco no resulta difícil en modo alguno. Es lo suficientemente abierto para acoger el río, un camino apto para vehículos, bosquetes de chopos ribereños y hasta alguna finca agrícola en su primer tramo. Luego, ya en la provincia de Soria, es posible continuar por una senda señalizada hasta alcanzar el enigmático enclave del salto del Cajo, plagado de chopos lombardos y donde se asientan las ruinas de una antigua central eléctrica. Es el punto culminante de nuestro recorrido que, estirándolo un poco más, puede llegar hasta la localidad de Dévanos.

Visité el río Añamaza por primera vez hace muchos años y guardaba un vago pero grato recuerdo de mi primer paseo por sus riberas. Pensando la semana pasada dónde podía acudir para hacer unas buenas fotografías del otoño riojano, me dije: ¿por qué no este rincón de la comarca del Alhama? El colorido y contraste de las choperas con las tonalidades terrosas y secas del entorno siempre confoman bellas estampas, muy agradecidas para quien le guste la fotografía. Otra forma del ver el otoño, alejada de los estereotipos que asocian nuestra región más a los colores de los bosques y el viñedo. Además, el pequeño embalse situado a unos cientos de metros de Valdegutur es un aliciente más para aventurarse a recorrer estos territorios tan alejados de las rutas más transitadas de La Rioja.

Por cierto, si visita esta zona, conviene saber que en Valdegutur, con apenas 16 habitantes fijos, no hay alojamiento y tampoco restaurantes. Sí un pequeño bar pero sólo abre en los días de verano más ajetreados. La mejor opción es hospedarse en Cervera del Río Alhama o en Aguilar, las poblaciones mayores más cercanas. En Cervera hay también restaurantes, entre ellos, el más conocido es La Rubia, aunque hay otros más como el Sanda o el San Gil (es también hotel rural). En Aguilar del Río Alhama se puede alojar en la casa rural Celtia y en Inestrillas, en la Vega del Alhama

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