Pinturas congeladas
CAMINO DEL BUENAMOR
Puentes, puentecillos y pasarelas en el Alhama en su cauce por la vega de Cervera, cada huerto procura tener el suyo, atado y bien atado el tablón con cadena de eslabones a un costado de su ribera para librarlo de que no se lo lleve alguna inesperada Yasa, que así y todo de vez en cuando se tiene que substituir el tablón por no aguantar la embestida de la puntera de las aguas.
Me acuerdo, de esto hace años que pinte un paisaje in situ con caballete al final de este camino mirando hacia Cervera, cuando lo termine y quise darle nombre no sabía o no me salía darle título al cuadro, mientras estaba en eso, veo que por el camino verde se acercaban andando con soltura dos señoras de mediana edad, no se quienes eran, pero conocidas de vista, y les pregunte como se llamaba el sitio de donde había pintado el cuadro, le dieron un repaso a mi pintura y me contestaron simultáneamente con convicción; el Camino del Buenamor, la respuesta salto tan espontánea y con sus ojos tan chispeantes que me dio la sensación que en su juventud estuvieran implicadas en darle al camino el nombre del Buenamor, me alegré si les pude hacer recordar un momento de sus jóvenes años, no sé si el cuadro merecía tal honor de llamarse el camino del buen amor, me gusto el nombre del camino dado por estas señoras. Así titulé el paisaje que allí realice un día de verano de años… que no sé, si alguien puede tener colgado en un rincón de su casa el cuadro, ya que yo no lo tengo, en aquel momento pintaba, el hacer fotos del cuadro pintado para mi álbum de pequeños recuerdos en aquel momento no lo contemplaba, pasaba de fotos. Recordando viejos tiempos este cuadro de ahora, pinturas congeladas, escribo e interpreto otra forma de pintura sin pintura sobre el Camino del Buenamor desde un ángulo totalmente diferente y con vista del molino del Chel, que por no preguntar no sé si era molino de grano o de otros frutos, pero sí sé que le llaman Molino del Chel. Un molino para la historia.
ESTIMADO/A PENSIONISTA
Hoy día 02/02/2016 he recibido su carta de MINISRERIO DE EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL, fechada en Madrid, 4 de enero de 2016, rubricada por Fátima Báñez García, Ministra de Empleo y Seguridad Social. Hasta aquí todo normal.
Primero que todo quiero expresar mi gratitud de pensionista por el 0,25% del aumento recibido de su ministerio por concedernos este aumento a los que en su día contribuimos con el mismo esfuerzo para otros. Supongo que su gobierno no lo tiene fácil el darnos ese aumento porque el dinero no florece en los árboles ¡ojalá fuera así!.
Lo que me cabrea cuando leo la carta tan bien pensada es que además de este 0,25% de aumento, me digan lo bien que ustedes han gestionado el Gobierno de España y no digan lo mal que han gobernado su partido y que todo cuando dicen, pretendan que el pensionista nos lo tengamos que tragar a sabiendas de todo lo que sale día a día en la palestra: Señora Ministra, le agradecería que cogiera la calculadora y empezara a sumar todo lo que sus secuaces han robado, malversado y mal empleado en presupuesto faraónicos en todos estos años de su gobernabilidad, lo tendrá calculado, seguro o si no se daría de bruces con tanta cantidad dinero malversado, qué seguramente de no haberlo hecho desaparecer por tanta corrupción no nos encontraríamos en esta situación tan precaria del vaciamiento de la caja de las pensiones del jubilado. El expolio ha sido tan masivo de millones de millones, esperemos… aun no ha salido todo, sólo vemos la punta del iceberg, el Titanic aun navega.
Para mis entendimientos me sobra la cuenta de fantasías que relata en su carta, lo paso mal el ver que ni ustedes mismos se deben creer lo que ustedes dicen y, ¿pretenden que yo me los crea? con notificarme el “aumento 0,25%” me basta y me sobra, la propaganda con los telediarios del señor Rajoy me bastan.
PD. Mi mujer me comenta, se han gastado más con el sobre y el relicario escrito que la subida del 0,25% que nos han otorgado a los pensionistas.
LIBERTAD DE PALABRAS
para la fama alcanzar,
tan solo con uno basta
para sentir libertad,
libertad de mis palabras
que quieren resucitar,
dándole a mi voz permiso
para poder recitar.
Poesia de Mª Isabel Jimenéz Garraleta del libro –Retazos de mi vida-
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