Óleo recorte
CAMPANAS DE SILENCIO
Donc…donc…donc……dinc,
donc… donc……
¿Otra
vez tocan a muertos las campanas de San Gil?
-Otra vez a muertos, le respondo-.
¿Quién
se ha muerto?
-No lo sé, no han dicho nada, el coche
vocero del ayuntamiento…, no ha pasado por la plaza-
No
vemos más que muertos tanto en verano como en invierno, La Parca no para y, es
que aquí nos enteramos tanto de de las defunciones que no se si nos afecta para
bien o para mal, en la capital no nos enteramos de nada.
-Para qué tanto pésame, la muerte
es lo único que tenemos seguro en esta vida; vida, es señal de muerte, procura
pasar de ella, aunque ella no pase de ti, en fin, que no hay que preocuparse
tanto, para qué, si el final todos lo sabemos-.
Anda
ya, y el más allá tú no piensas en ello en el rencuentro con Dios y todos los
tuyos.
-Lo que respecta a mis ideas del
más allá, lo tengo claro, no me preocupa, cuando cierre los ojos o me los
cierren, se habrán acabado todas las preocupaciones, pienso y creo que cada uno
se tiene que aferrar a sus pensamientos para llegar a un buen morir, si es que te llega un traspaso sin trastornos.
Si uno es creyente de los dioses que pululan por estos mundos y le va bien para
morir en paz, que siga con ellos, su recompensa la encontrará mientras viva en
un decir. Amén-.
Tú
siempre igual con tus chorradas, no crees en nada.
-Serán chorradas el no creer,
tanto como el creer, allá cada cual con su conciencia, que no te creas es
difícil tenerla pura.
No me
filosofes a estas alturas de la vejez y dime sabes algo más del difunto
-El difunto era uno de Cervera del Rio Alhama
que vivía en Zaragoza y sus familiares eran vecinos nuestros de la calle Subida
a la Virgen del Monte: han hecho sus honras fúnebres en la Iglesia de San Gil,
esto es muy habitual en el pueblo que sean los sepelios de los que viven fuera
y al fallecer quieren ser enterrados con sus familiares y por eso tenemos tanto
repique de campanas a muertos-.
El
dinc… dinc… dinc….. donc, como la canción. -No pares, no pares nunca de soñar, mientras puedas-.
Mi
cerverana, me dice: ahora los sepelios son para todos igual en el toque de
campanas, antes de joven, al considerado rico el toque era con más repiqueo que
la del pobre.
-No será que los ricos de antes
no eran tan ricos o que los pobres no son tan pobres, o tal vez el saber es más
compartido-.
Explicaciones
a mi no me van, sólo se lo que te digo de los entierros y los repiques de
campana para muertos.
-¡Buen no te enfades! Aunque la
muerte es igual para los dos y para todos-. Menos mal que con algo tenemos que
igualarnos.
LAS TRADICIONES
Estos
días de fiesta de Santa Ana por lo visto ha habido algo de polémica en la calle
con el baile de La Gaita tan tradicional en Cervera por ser autóctono del
pueblo, donde jóvenes con su vestimenta tradicional bailan en honor a su
patrona en la iglesia y en la profesión y también para regocijo del pueblo: de
si las mujeres pueden bailar La Gaita, sí o no, por lo visto esta pregunta
sentó mal algunos hombres gaiteros e incluso alguna mujer tradicionalista y el
lío ya está formado. Los cerveranos son muy suyos, pero que muy suyos. Un
conocedor de entendimientos.
Somos
machistas, cavernícolas y dominantes por nuestros ancestros y esto nos es
difícil de eliminar de nuestra mochila repleta de perjuicios acumulados y nunca
actualizados (que vaya por delante por si no me acuerdo en escribirlo) a mi me
parece bien que la mujer tengan el mismo derecho que el joven bailador de la
gaita, por mucha tradición que me digan los puristas intelectuales cuando
hablan de tradiciones, supongo que los primeros que la bailaron rompieron otra
tradición. Si sirve para algo en Cataluña donde vivimos tres cuartas partes del
año toda la familia “els Castells de Tarragona i altres colles castelleres” han
acoplado mujeres en sus castillos, incluso l’anxaneta que es el niño o niña que
sube al final de la torre de 10 o 12 metros están integradas a los castillos,
la tradición no se ha roto se ha ampliado.
La
mujer con dificultades acarreadas por el hombre, cada día está más presente en
todas las actividades de la sociedad, con tiempo las veremos en los altares y
consagrando el pan y el vino de la última cena de Jesús…, si me toca verlo,
entonces me confesaré e iré a comulgar con fe.
Nos
tenemos que dar cuenta los hombres que todos somos personas y las limitaciones
sólo se puede poner al mal y esto por desgracia sean dirigentes, acaparadores,
religiones o personas sin escrúpulos estos lo tienen claro, las tradiciones les
importa un bledo.
LA OTRA
VIDA
Quiero
escribir a la vida
y
poderme desahogar.
Quiero
estar preparada
para
lo que ha de llegar…
Saber
cómo es el cielo
si es
blanco, si tiene mar.
tengo
mucha, mucha suerte
de
enseguida allí llegar…
Jesús,
a ti yo te pido,
si me
puedes ayudar
a
encontrarme con los míos
y
poderlos abrazar.
Gracias
le doy a esta vida
a la
vida terrenal
más
ahora empieza otra vida
con
Jesús en libertad.
Poesia
de Mª Isabel Jiménez Garraleta del libro –Retazos
de mi vida-
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