Sombras

martes, marzo 19, 2019

CERVERA DEL RIO ALHAMA – Maratón, carrera en X años de 1950 en C.R.A.



MARATON, CARRERA EN X AÑOS DE 1950

Primero de todo pedir perdón por si alguien se reconoce y se desconoce en su estado actual y verse en el trance de una salida de juventud maratoniana, solamente es anecdótico, ni siquiera se si es una salida de carrera en fiestas, es pura imaginación que me transmite la foto, algunos de los que están en la foto, aun nos seguimos viéndonos en nuestros comentarios de bar, todos hemos cumplido ya los ochenta y pico, los que hemos llegado, eso sí, sin el mismo formato de pantalones arremangados en plan de correr, ahora más bien con una tercera pata donde uno pueda apoyar su salida maratoniana de cada día de nuestra salida del portal de casa hasta el encuentro de un tercer amigo con su tercera pata, esta siempre desnuda sólo con su hueso de palo, siempre da gusto ver a un amigo que perdura en todas las inclemencias de nuestro vivir del día a día y os puedo asegurar que no es fácil el poner valor a lo que uno le resta de su tiempo de vida depauperada, no con esto hay que perder el sentido del humor.

Vamos hablar de alegrías, yo no soy de Cervera, pero me corrí (en sentido figurado) muchas juergas en este pueblo llamado Cervera del Río Alhama, conocí a muchos jóvenes de mi edad, que, aun que, muchos ya no están en los recuerdos con lealtad de amistad por separación de distancias, no nos vem0s y, el dicho o canción dice: La distancia es el olvido.
Mira si son puros los recuerdos de aquellos tiempos, que una cerverana del principio de un pueblo del barrio de abajo, Barranco del Tollo vio mis intenciones casamenteras y más que ser visionaria vio en mi el futuro esposo y padre de nuestros hijos ¡que ojo la cavaora! Es más lista que el aire,  en mi interior nunca sabré si como esposo he valido y si he sido un buen padre, aunque uno crea que es fácil saberlo os puedo asegurar que no lo es tanto en tiempos de reflexión de tiempos pasados, el pensar mola y mola mucho, pero sí que se, que lo he intentado por lo menos.

La foto me ha llegado por cauces desconocidos ¿de donde? ni me preguntes ni se quien la hizo, pero me gusto, me recuerda Cervera de aquellos tiempos vividos por mí, anécdotas contadas por un cerverano nato, yo, no puedo contaros, sólo permanecí un año real en Cervera, hasta 2019 siempre han sido por temporadas eso sí, fructíferas y sobre todo dejaron huella en un ser que vino a Cervera del Río Alhama buscando aire puro para respirar. Lo encontró entre sus montes y en sus gentes.   

EL MOVIL, SERVICIO TELEFÓNICO Y SUS ETCÉTERAS

Como sabéis los que algunos me conocéis me habréis visto andando mucho con bicicleta, mejor que andar pedalear, me monto o me muevo en bici-con batería eléctrica, algunos me tildan de hacer trampa, a mis 87 años, le tienes que dar al pedal para que ande, más bien es una ayuda a los años cumplidos, una maravilla pasear en dicha locomoción, no os podéis imaginar lo que uno ve mientras le da a los pedales. Os cuento:
El otro día 19 de marzo del año del señor 2019 iba… y además San José día del padre con bicicleta en plan de paseo por el paseo Jaime I, de Salou, cuando de pronto divisé un señor de mediana edad hablando con un móvil en uno de los bancos pareados que están ubicados en el paseo, están por este orden banco papelera banco, estos están colocados a cada quince metros o más, en todo lo largo del paseo; dejo la parte técnica y voy a lo que voy: el hombre no sé si hablaba pero de momento vi que gesticulaba como la veleta de la Iglesia de San Gil en un día de aire tormentoso, no paraba, al acercarme más, vi que también hablaba gritando; al oír sus griteríos, la curiosidad me invadió de una fuerte satisfacción de saber más sobre de lo que iba todos estos griteríos de bancos de paseo mañaneros por Jaime I, el Conquistador de Mallorca, Valencia y algún que otro sitio más de su cercanías, según historia contada del historiador que la cuente.

El hombre seguía hablando y berreando y gesticulando; de golpe frene la bici y me bajé de la bicicleta y me senté en el banco de su izquierda, una vez aposentado, cogí uno de los trapos que llevo en la cesta de mi bici y me puse a limpiar las llantas de las ruedas para que los frenos sean más eficaces y para despistar un poco mis oídos escuchas: el teléfono estaba en manos libres se entendía todo desde el otro banco, a pesar de mi oído duro, el hombre, sus gritos iban dirigidos no a una persona humana, su queja-enfado era con el móvil de mil irregularidades con que se encuentra todos los días del año y lo curioso, si lo curioso del caso es que el móvil, no una grabación mecánica, su móvil, la máquina, personal pensante le contestaba como humano, también cabreado y con enfado, le estaba diciendo al señor: usted me está cansando de tantas habladurías sin fuste ni muste, me gasta los gigas al tum, tum, me enloqueceeeeeee, no siga por este camino porque lo voy a dejar tirado como a un perro callejero, sin escucha, ni manos libres; señor cabreado, la culpa no es mía, te voy hablar de  tu y de tus ofertas, tú me lo doras todo con cánticos de sirena homérica, sacaste un móvil en su día y sigues recreándote en inaugurar móviles cada dos por tres; para mí por aquel entonces móvil-teléfono nada más y me servía como tal, pero cada vez me lo complicas más, Mensajes, WhatsApp, Internet, Instagram, Facebool y sus Etcétras ahora, pronto para todos, sin dinero, servirá de pago de compras y cuentas, no te aguanto, me estas fastidiando visualizar el entorno, que aun siendo malo, es el real entorno, tu visión de la vida móvil, es engañosa desde que tengo tantas cosas en mi móvil, los mensajes son escritos, los whatsapp taquigrafiados, internet mal ilusionado, instagram mal soñado, facebook masturbado y los etcéteras inconprendidos… ¿donde he dejado mi vida? donde... no me fastidies más móvil, soy yo el que te dejo, no puedo másssss… se levanto con rabia y con una fuerza brutal  lo encastro en pedazos al fondo de la papelera de en medio de los dos bancos. … Cogí la bicicleta discretamente, le di contacto a la batería, le di  al pedal y palpe en el bolsillo de mi chaquetilla mochila y vi que tenía el móvil en su sitio, me salió una sonrisa diabólica pensando que mi móvil se comportaba con honorabilidad (El dicho de Bertolt Brecht, un día vendran por ti a mi no me valía) y me fui a concluir mi paseo matinal con mi bicicleta-eléctrica… Cada vez somos y estamos más majaretas, en el paseo comprobé que los que estaban sentados en bancos, todos le daban con sus pulgares al móvil con un afan increible. A veces pienso no será que al tener tantas posibilidades de saber no sabemos nada, dónde vamos con tanto móvil, tiempo, vida y sueño se nos acaba. Es un decir, yo quiero que me pongan mi móvil en mi ataúd sólo para haceros a todos tururuuuuuuuuut mientras me quemen, de amigo en espera de perdón.

SIBARITA

¡Amí n’ámas me gusta
Que dali gustu al cuerpo!

Si yo fuera bien rico,
Jacía n’ámas eso:
jechalmi güeñas siestas
embajo de los fresnos,
jartarmi de gazpachos
con güevos y poleos
cascalmi güenos fritis
con bolas y pimientos,
mercal un güen caballo,
tenel un jornalero
que to me lo jiciera
pa estalmi yo bien quieto,
andal bien jateao,
jechal cá instante medio,
fumal de nuevi perras
y andalmi de paseo
lo mesmo que los curas,
lo mesmo que los médicos…

Si yo fuera bien rico,
Jacía n’ámas eso´
¡que a mí n’ámas me gusta
que dali gustu al cuerpo!

               Poesía de: José María Gabriel y Galán

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