Sombras

domingo, marzo 10, 2019

CERVERA DEL RIO ALHAMA – Payaso torero


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más o menos


Ceras colores

PAYASO TORERO

¡Pooobre payasooooo! De la ópera Pagliacci del compositor italiano Ruggero Leoncavallo, no es mi intención hablar de dicha ópera, tengo el oído muy duro, cuando la vi en mis años de juventud, me gusto, la temática tiene mucho que desear en nuestros tiempos de tantas injustificadas muertes de mujeres, él, el payaso, asesinó más bien la mato a su mujer por celos, eran y siguen otros tiempos pero parecidos. No sé si hemos ganado mucho. Ustedes mismos juzguen.

El payaso torero es lo que a mí me recuerda y en lo que voy a pretender dar una explicación; primero que todo decir: que solamente he visto una corrida de toros, digamos seria o formal en mi vida, fue una que toreaba Mario Cabré, incluso llevábamos un ramo de flores para honorificarlo en su toreo, la plaza hasta la bandera en Barcelona mi madre me parece que se puso peineta (chulona) para tal evento, yo era joven y seguía donde me llevaban, no me gustaron los toros ni el ambiente ni la muerte del toro, no por eso prohibiría los toros, allá cada cual, por si solos se están cayendo, la TV 2 cuando da una corrida, nunca enfoca las gradas, las plazas están medio vacías, no hay que prohibir que el pueblo y la cultura decidan.
Este payaso lo pinte pensando en el torero payaso de la plaza de toros Las Arenas de Barcelona, en los veranos por la noche de los sábados había Charlotadas así las llamaban y los payasos siempre eran hombres de una estatura pequeña vestidos de toreros que toreaban vaquillas, era todo un espectáculo ver con que soltura se movían, algunas veces vi el espectáculo de los pequeños toreros, supongo que en razón de ver estas Charlotadas, se me ocurriría este Torero Payaso. En mi reflexión de viejo no sé si estaba bien o mal este espectáculo, pero uno tiene que aprovechar de la vida lo que le da, para ganarse el sustento del día a día tan difícil para muchos.        


EN EL DIABEL, UN BAR DEL PUEBLO

Cuando vamos a pasar unos días o uno o más meses en Cervera, un lugar preferido es el bar actualmente llamado Diabel (nombre compuesto, me parece, de sus hijos) por cercanías a nuestra casa y amabilidad del Javi y camareras bien entendidas, no con esto quiero decir que los demás bares no me sean preferidos, es que la vida da lo que da de sí y uno no alcanza a más. En el bar acostumbra a ser un lugar de reunión de otros cumplidores de años, viejos, como yo, nos reunimos el día que se tercia que las articulaciones van un poco bien con el tiempo, (aquello que decimos los viejos va a cambiar el tiempo, me duele la rodilla) por la tarde y nos tomamos nuestro vino de Rioja sentados alrededor de la mesa de madera-plástico de cuatro patas de jugadores de guiñote, nosotros no jugamos, hablamos, cada uno con su cuento que contar que son muchos y el hablar puede durar rato, yo si tengo que decir la verdad, con mi poca voz creo que no me oye nadie, pero me contestan con una sonrisa o una mirada perdida, a mi me pasa lo mismo con todos los demás, entre la televisión y el murmullo del griterío de los clientes no me entero de la misa la mitad, pero hablamos y hablamos y nos vemos, muchas veces ni hablar nos hace falta con verse uno ya dice mucho, es como si pasáramos la fe de vida por el banco donde tenemos domiciliada la pensión; el verse sentado uno en el bar junto con tus amigos tomándonos un vino o un café y pensar que no estás atiborrándote de pastillas en una residencia, esto también vale, no tengo nada contra las residencias, algún día iré si llego y si mi razonamiento me deja y puedo contento lo aceptaré, repito. La vida da lo que da de sí y… nada más.

En estas charlas entre amigos uno me pregunto:
—Oye catalán eres separatista—
Lo entendí bien y no me importo contestarle; pues mira te contestare como si fuera de campo-hortelano sin serlo, soy como los pimientos, no del piquillo tan finos sino de los morrones mediterráneos entreverados, mi mujer dice que son buenos y sustanciosos para escalibar, no sé si es verdad, asados tienen mucha carne y me gustan no son tan delicatesen como los del piquillo pero dan más porte al plato y te llenan más.
Viejo de la mesa. No te entiendo con esto lo que me quieres decir—
Pues veras, los entreverados con el tiempo se vuelven rojos de color y a mí a base de oír tantas y malas chorradas de políticos manipuladores TVs partidistas del género que sean en contra de los catalanes se me ponen los “prebots” en catalán, los pimientos rojos y entonces ya no sé lo que soy pero intento conservar mi propia personalidad de catalán y riojano y además español con un respeto para cada cual en sus sentimientos. ¡Ojalá! todos los españoles pudiéramos sentir este respeto mutuo en cada manera de percibir los sentimientos patrios.

—Fíjate tu en los cerveranos, son riojanos y españoles o españoles riojanos, castellanos viejos o de Castilla la Vieja yo como estoy casada con una cerverana y llevo 63 años con ella, mas dos de relaciones, no pongo en duda mi condición la mezcla del cóctel  y me sabe a gloria vivir juntos y compartir días; si oteo y rebusco a nivel de pueblo cerverano, aun persiste los sentimientos el ser del barrio de abajo o del barrio de arriba, con dos parroquias, dos cementerios y dos ó tres barrios, ya me dirás a nivel de autonomías y además con idioma propio como se puede sentir uno. Yo como catalán con vivencias ofensivas de años sólo pediría un poco de comprensión de todos, no de los políticos, al pueblo en general con respeto a los sentimientos antepasados de cada uno. En mi vida de 87 años me he pasado pidiendo perdón, por hablar catalán infinidad de veces a personas que sin saberlo no era bilingües, una lengua El Catalán ancestral para mí y familia—.
—La riojana me esta gritando no te habrás tanto ni te compliques la vida en contar chorradas. A mí me gusta el chorreo de palabras y abrir el corazón a todos. Creo que es bueno para conservar la salud.



ESTA NOCHE LA LUNA…

No se el nombre del autor-a
Esta noche la luna golpeó inútilmente mi
ventana
no acepté ni siquiera su flequillo blanqueando
el sonido inaudible del violín de la noche...
La dourinha se debatia atrapada en lo oscuro.
Con los ojos cerrados adivinaba sombras:
riquezas sin cuidado
libros cerrados, cuadernos polvorientos
zapatillas varadas boca arriba
el sillón derrumbado bajo una ropa gris triste,
triste...
La carnosa se atería en el alfeizar.
Maullaban de profundis las sombras de mis
gatos
cuando la Pena oscura pidió sitio en mi cama
muy helada, muy negra, muy gemida, la 
Pena...

Le hice sitio, la arrebujé conmigo
y la abracé con fuerza como una vieja amiga
desolada...

Poesia; Begoña Eguiluz de Sasía




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