Sombras

sábado, julio 25, 2020

CERVERA DEL RIO ALHAMA – Casas unifamiliares

Últimos bastiones del Barranco del Tollo

MONTE, CUEVA MARIMÓN 

Cuando busco en el ordenador fotos en mi carpeta de imagines, me sorprendo, ver algunas de ellas de años pasados el cambio de ambiente que el tiempo nos va dejando, el paisaje actual de esta foto se conserva más o menos igual, solamente cambia, que donde las casas antes estaban habitadas por familias ahora están deshabitadas y algunas se están cayendo de pena por falta de cariño a un pasado. Es difícil pensar que alguien viviera en tal situación de peñascos y caminos agrestes donde lo más primordial ¡agua! se llevaba a cantaros desde la fuente por la mujer de la casa que era la que iba a cargo todas las tareas del hogar, sin cuestionar, era lo que tocaba, ahora en estos tiempos de comodidad incalculable, difícil de comprender tanta incomodidad de aquellos tiempos. 

La foto está tomada desde tu casa Luisa en una día de nuestras vacaciones veraniegas, donde los recuerdos floran y me llena el alma el poder recordarlos, sólo siento que tu y yo estos recuerdos sean de pura espiritualidad ubicada en diferentes espacios astrales de soplos-vahos, siendo el contacto de un pensar emotivo solamente por la parte del más penoso que es el que tiene que continuar con el resto de vida sin tu presencia. 

El pueblo sin ti para mi es otro cantar, la plaza de San Gil, tus fogonazos de habladurías me daban alegría el verte tan alegre con todas y todos los amigos de antaño que sabíais y podíais dar reseña de cualquier cerverano, en cambio yo he vuelto a mi simpleza en el hablar, los chascarrillos y el contar cosas de amigos alegres cada día son menos recordables, ya que la memoria de corto plazo, la cotidiana, sí, la que usamos en cada momento, esta es más olvidadiza, suerte que la memoria a largo plazo aun funciona algo para poder recordar tiempos vividos con alegrías entre nosotros dos, familia y amigos. 

Vivimos tiempos de incertidumbre, los trabajos cada vez son más precarios y el que los tiene siempre está en duda ¿por cuánto tiempo? además el coronavirus nos esta transportado a tiempos pasados, para algunos con dificultades, nos cubrimos media cara, solamente se nos ven los ojos penosos del miedo al dichoso Covid-19, hemos eliminado la sonrisa de nuestro rostro la hemos substituido por un respirar profundo incrustado en nuestra mascarilla que nos deja a todos con una cara amorfa y sin razón; todos dudamos del otro, será portador del virus, será un asintomático o será un oculto silencioso de virus, de pena hasta donde hemos llegado, dudamos del ser. Si desde donde estés puedes mirar y vernos en los bancos de la plaza de San Gil sentados donde tú y todas hablabais de cualquier cosa, ahora nos podrás ver a viej@s con el Niqab a todos, eso sí, de diferentes colores y formas, los grandes pensadores esta faceta nos dan toda la libertad de escoger a nuestro gusto, en fin eso es lo que hay. El banco de la plaza de San Gil con mascarilla o sin ella los que quedamos, allí estamos con el Niqab, a mí sólo me falta un té y la danza del vientre bailada por joven sin especificar sexo. 

—Voy a contestarte el primer punto, el paisaje de las casas del monte donde el Té de Roca nace a sus anchas y en su barranco la cueva Marimón, incluso te podría servir el paisaje como preámbulo para la danza del vientre en tu nonagenario cumple. Las casas una era de los Evaristos la de la sábana, a continuación la del Pedro el Chinchorra y la última tocando a la cueva Marimón la del Mudo, si no era asi, era muy parecido, a mi la memoria no es que me falle, es que no sé donde está. 

La foto seguro que es desde mi casa, lo que no sé cómo nos daba para tanto tu sueldo, como para tener máquina de fotografiar, algunas fotos hiciste por aquellos tiempos de estrecheces, se que por aquel entonces aparte del sueldo de tu empresa, dibujabas en casa, era un dibujo comercial que las imprentas necesitaban de un dibujante para solucionar sus problemas, le sacaste un buen partido, nuestra economía empezó a tener flechas verdes; siempre al amparo de una cerverana. 

Me alaga esto que me dices, de sin ti la plaza es otro cantar; no será para tanto, algunas de las que en los bancos dialogan también son muy zalameras y brabuconas y saben lo que se dicen en cada momento adecuado. Estoy de acuerdo en eso de la memoria, se os está adelantado el poder recordar, creo que es consecuencia del virus por tener que taparos la boca y el verbo de vuestros labios se entre mezcla con la mascarilla y el cerebro no lo llega a similar. No pasa nada, es cuestión de tiempo, a la espera de vuestra vacuna, entonces hablareis por los codossss. 

Y por último, tiempos de incertidumbre —pero que me dices— de incertidumbre nada de nada yo os espero a todos con los soplos-vahos astrales abiertos a todos con todo mi cariño, como a mí me han recibido todos los familiares y amigos, de incertidumbre, nada de nada; todo es tan cierto que el preocuparse por lo incierto no vale la pena, lo que os tenga que pasar os pasará con o sin mascarilla. A vivir que es lo que toca. Y tú a cascarla por ahí. 

Por nuestros astrales paraísos he visto unos cuantos soplos-vahos cantado la campanilla de Santa Ana iba de director del canto el Pando, cerverano muy santanero.— 

¿Es que por donde te mueves tienes algún pensador discípulo del maestro y sabio Confucio? ¿te da clases? nunca me hubiese pensado tus respuestas en nuestras vivencias terrenales. A nosotros nos invade el miedo del coronavirus, no nos queremos infectar de tal virus, estamos descompuestos y si nos tenemos que poner mascarilla nos la pondremos lo que nos digan nuestras autoridades que por eso son sabias y coherentes en todo su pensar. El miedo está entre nosotros, no lo vemos, pero allí está. 


DESPERTAR

No existe surrealismo más realista, 
que el mundo en que vivimos cada día, 
las curvas, los números, las listas 
de las vidas que se marchan todavía. 

Con afán de escabullirse, mi guionista, 
nos encierra de wuhan hasta gran vía. 
malditos coronitas, cual turistas, 
que transforman a este mundo en distopía. 

Hoy, militares, médicos, doctores, 
farmacéuticos, los polis, vendedores, 
al balcón os sale el mundo a ovacionar. 

Con ganas de aparcar hoy los errores, 
luchar conjuntamente: vencedores 
y mañana solamente despertar.

                                          Poesia: Miguel Candau Diaz - Trechuelo

2 comentarios:

Julio Jiménez moreno dijo...

La casa de la derecha de mi abuela romualda

albert dijo...

Si en esta todavía la ocupáis por vacaciones, las otras ya no se ocupan.