CERVERA DEL RIO ALHAMA – Barrio de Nisuelas, a lo largo de los años

Barrio de Nisuelas, en su siglo, principios XX

NO HAY MAL QUE DURE 100 AÑOS…, DE MOMENTO

Si, Luisa, tú en tu reposo eterno lo sabes muy bien por no haber llegado a los cien años, todo es baladí, que los recuerdos se esfuman, es cierto, que nada importa en tiempos retardados de todas nuestras vivencias, es cierto, por muchos historiadores ilustrados de todos los tiempos que nos recuerdan su versión de manera de ver su historia particular, que nada tiene que ver con la realidad. No pretendo, ni mucho menos hacer historia de esta foto que sin querer me he tropezado con ella de principios de siglo XX del barrio de Nisuelas, un barrio cerverano con cultura propia de Cervera del Río Alhama. Al verla me he preguntado ¿alguien se acuerda de sus caras de estos ciudadanos, incluso me atrevería a preguntar de su paisaje urbano? Por chismorreos familiares alguien podría asociar el de la segunda fila el tercero, el más moreno, de la derecha era mi bisabuelo, o ni siquiera podría asegurar nada, ¿Por qué? Por qué, no hay mal que dure cien años. Eso si, los descendientes que nada tuvieron que ver en el modo de vivir de sus ancestros, algunos, no todos se empeñan a revivir las mismas circunstancias y así nos va en todo el mercada mundial, su amada patria, sus amados militares, su amada religión, su amado orgullo y sus amados ancestros y se dejan sus amados momentos de vivir. El recordar que nadie pretendía ni sabia que recordar de sus cien años de frecuentes recordatorios familiares de mal estar ya no servían en sus momentos en personas de otro pensar . Y el bobo patriota, el carpetovetónico amado de bélicas guerras de recuperación historia pretende recordar a todos los que están en la foto de turno, nos lo vuelve a recordar para que juntos volvamos a pasar cada uno de nuestro pasado de errores, sin pensar, que ni siquiera el odio dura más de cien años y si alguien conserva este odio, que Dios, si existe, que se lo lleve a su gloria cuando antes mejor. Esta visto y comprobado el recordar historia para no caer en él mismo error ya no cuadra, el ser humano por pequeña que sea la piedra vuelve a tropezar con ella, no da más de si, es un idiota perdido, es un ser de cerebro atrofiado ¡es una pena! somos lo que somos, no puedes pedir peras al olmo, que no te las va a dar, igual con un injerto lo consigues, yo no lo sé, soy incapaz de pensar es todo lo que veo. No me dejan soñar.

Sobre la foto; con el paso de los años y conectado con cerveranos en varias páginas de internet, algunas veces veo fotos interesantes, las copio, son fotos antiguas y las guardo en la carpeta de fotos antiguas, las tengo olvidadas, pero cuando me da por abrirlas me sorprendo al velas por lo viejas que son y mira que yo les voy a la saga de años: entonces me hago mis preguntas en todas las conclusiones que pueda pensar, sin muchas veces encontrar respuestas a tiempos pasados. Aparte de todas las las malas chorradas que pueda contar. No me dirás Luisa que la foto no se las trae de tiempos añejos, es del tiempo de tus padres cuando ellos todavía eran bebes; igual, del que hablo de la foto el tercero de la derecha, el moreno era un familiar tuyo; en tus descansos, sin ver, ni oír, ni hablar eternos, supongo que os podréis encontrar todos en un lugar lunático y sin discusión de guerras podréis hablar no se si dispondréis de un vino de Rioja (del que resucita a los muertos) juntos poder tomar . Si así es vuestra singularidad y de esta manera os comportáis me alegraré el poder morir en paz y sentarme junto a vosotros y un vino poder tomar sin resucitar, pero reposando. Aquí lo que antes era tu bien estar, tu parcela de tierra, tus hijos, la compra, el mercado, la comida, tu pueblo y el reposo familiar cada día políticos y no políticos la liamos más, ahora son sosiegos para muchas personas que ya no saben lo que puede pasar. Ya me dirás tus prevenciones en nuestro vivir diario terrícola y cómo no, lo que nos espera en el vivir diario de momentos tan oscuros de entornos inesperados que nunca tuvieron que haber llegado, si los que mandan fueran hombres de paz. Responde, si es que tu capacidad de soplo-vaho intelectual te deja opinar.

—Luisa— Ay, ay, que malos planteamientos me propones que te resuelva; ¿tu crees que a mi me importa un carajo todas las burradas sangrientas que os está pasando de guerras? no, ni me importa ni siquiera pierdo tiempo en ello y mira que a mi el tiempo es lo que más me sobra, en mi descanso eterno. Os estáis matando por patrias, banderas, lenguas, terrenos y por cabrones políticos afanados en pasar a la historia cómo conquistadores patrióticos del tres por cuatro, en vez de dejar tantas chorradas de patrias etc… y preocuparse por el ser humano que es lo importante, la tierra no da para tantas guerras esparcidas por tantos lugares perpetradas por hombres sin escrúpulos. Si, aún siento preocupación, es por vosotros familia ya que aún me tira el sentir familiar en mi soplo-vaho. Las muertes y asesinados en las guerras de imperialistas convulsivos de mala leche, estos, en mi lunático mundo mortuorio, está lleno de muertos por estos señores de la guerra de vuestro mundo. Muertos de todas las edades, ni te cuento, lleno, bueno lleno, lleno, no; donde estoy es imposible llenarlo aquí caben muchos soplos-vahos, por lo menos encontraran Paz. A pesar de todo, siento lastima por vosotros humanos, podríais conseguir y vivir en paz, si no fuera por todas estas reminiscencias de poder ancestrales de gobernantes de pensamiento único, que ni siquiera ellos mismos saben donde está la democracia de la libertad. Que a San Gil, le pido, mi santo, os libre de todo mal, porque lo veo muy negro, que no le de algún loco, si es que ya no lo está de mandaros todos en fosas comunes.

No hay mal que dure cien años, y yo te contesto con otro refrán: a los cien años todos calvos, pero hay maneras de llegar a la muerte de un fin vivido, digamos, con un fin normal de paso por este mundo al otro la forma de organizar guerras entre vosotros mismos para exterminarnos entre seres humanos, sean derechas o izquierdas el provocador de tales muertes o de oligarcas que buscan someter al mundo, solamente para tener un orgasmo múltiple. Me adhiero a tu vocablo cuando dices: ¡son unos cabrones! Si querido zarramancoso Albert; unos cabrones matarifes de personas. Cabrones!!!!. Lo de zarramancoso te lo digo por qué cada día arrastras más los pies, pero tú aguanta, mientras te dejen y no acapares aceite de Girasol que aún siendo una flor capaz de inspirar unas pinturas catalogadas del artista Vicense Van Godot cómo maravillosas, tu siempre has preferido un aceite arbequina de una flor más humilde, pero de un aceite celestial de Santos Oleos.

Los de la plaza de Nisuelas, ni siquiera yo la recuerdo, seguramente sus soplos-vahos se moverán por aquí o descansaran en paz, por decirte cómo va esto de los descansos eternos, con tiempo de años de descanso, muchos soplos-vahos van a la papelera, igual que haces tu con documentos guardados al ordenador cuando ya no te sirven. Si ya no los recuerda nadie, automáticamente van al agujero negro, si los vuelven a recordar con ahínco, se pueden recuperar, esto se da en muy pocos casos. Personas de campo e incluso personas muertas en guerras el recuerdo es limitado; personas ilustradas, alguna sale de la papelera, pero no te creas no sirve para nada. La plaza de Nisuelas si que me acuerdo, de mis tiempos de niña, algo se parecía, pero algo más adecentada. Cuídate y prepárate que el horno no está para bollos.—

EN PIE DE PAZ

El Salvador. Nosotros

Para llevarme el miedo de tus labios,

el paciente dolor que nos humilla

y esta triste experiencia de la vida,

nos veremos, amor, en el combate.

Para salvar lo que su paz destruye,

lo que su guerra arrasa y nos mutila

del hondo corazón de la miseria,

nos veremos, amor, en el combate.

Para que tú comprendas mis abrazos

y yo la soledad de tus caricias,

frías como el dolor, siempre en defensa,

nos veremos, amor, en el combate.

Y cuando el tiempo estalle, cuando sea

la vida una cascada incontenible

cayendo de las sierras, los volcanes,

los arrecifes rotos de la lucha,

volveremos aquí, donde besarnos

la piel, el corazón, las cicatrices,

para olvidar contigo, amor, con todos,

bajo este sol en paz y esta bandera,

las heridas de guerra y el combate.

                                                               Poesia: Luis García Montero