CERVERA DEL RIO ALHAMA – Barrio, desde el camino verde Piedralén

Parte del barrio de arriba

UN DIA DE PASEO

No te voy a contar cosas del barrio de arriba que tú no sepas. Noooh, la foto solamente me sirve como principio de mi relato de un día de paseo con autobús urbano de mi ciudad de Tarragona, en mi estado de convalecencia andarina.

La mañana amaneció soleada y limpia de polución de residuos de químicas industriales y de coches sin pasar la ITV. Mi ánimo se encontraba subido de tono, me encontraba relativamente bien a mis años. Decidí dar un paseo pero no andando sino con autobús urbano y muleta de seguridad, se lo comente a mi hija y le pareció bien, eso sí, aconsejándome dándome toda clase de precauciones en subir y bajar del autobús y en no perderme, como si fuera un chiquillo de edad infantil, que yo acepte con todo el amor de un padre al ver que mi hija se preocupaba por mí. Fui a la parada de autobuses y me senté en espera en los asientos de la marquesina, los asientos estaban un poco mojados, se ve que habían regado o era el rocío de la noche ya que la parada estaba en hombría, así y todo me senté como pude a esperar con el culo un poco mojado. Paso un autobús y al verme sentado no paro, en el siguiente ya lo esperé derecho con mi muleta, este si paró me subí y pague a la conductora, era una mujer joven y muy amable, le pregunte si me dejaría otra vez en el mismo lugar si me montaba, siii, lo único que la parada será en la otra acera del paseo, —ya me va bien— pagué 1,50 € al no ser de Tarragona los jubilados pagan.

Al sentarme me acomode al lado de una señora mayor pero más joven que yo, le di los buenos días, me contesto amablemente, al cabo de un rato me pregunto: —va a Buenavista— no señora voy donde me lleve el autobús, de paseo, —veo que lleva muleta, ¿le duelen las rodillas?— no señora es que me caí de la bicicleta y le conté todo el rollo del acetábulo derecho, y usted ¿va a Buenavista? —si, vivo allí, vengo del hospital que tengo el marido ingresado por el dichoso coronavirus, no me dejan visitarlo, pero si puedo llevarle las cosas que necesita para afeitarse o lo que sea, incluso alguna revista subida de tono, lo dejo en recepción; mi marido trabajaba en la refinería Quimicas de Óxido de Etileno (IQOXE) la que tuvo la explosión hace un año— Me acuerdo bien, el estruendo lo oímos desde Salou y de la muerte de un vecino en su casa de Torreforta, mirando la TV, por una plancha de acero que despidió desde la química, fue trágico. ¿Es usted da aquí? —No, tanto mi marido como yo somos riojanos jubilados— Que casualidad mi difunta esposa también era riojana, en mayo hará dos años que me dejo de este mundo, usted en lo que me deja ver la mascarilla tiene una semblanza, por eso me senté aquí, ella era y es, aun que no esté de Cervera del Río Alhama. No sé si sabrá por donde cae este pueblo escondido entre montes. —Como no voy a conocer Cervera, el pueblo de la alpargata por antonomasia y de las ruinas del castillo de la Peña. Mi marido y yo somos de Alcanadre. De joven cuando la Sección Femenina de FET y de JONS estaba en su apogeo de tutelar a todas las españolas, nos llevaron de excursión a Inestrillas (del río Alhama) a todas las que aprendíamos a bordar y coser en la sección femenina, allá por los años 59 tenía 14 años a ver un poblado en un monte con ruinas celtibéricas y no sé que más, ya no me acuerdo, han pasado muchos años, es que ya tengo muchos.— Las ruinas se llaman Contrebia Leucade, hoy en día están controladas y dadas de alta como visitas guiadas. Son muy visitadas estas ruinas… No serán tanto los años, yo le hecho unos 68. —Gracias, más… igual tengo como usted o más, 73 años—. Con eso de llevar mascarilla y yo aparte gorra, sólo se nos ven los ojos y sentado difícil de acertar, yo también le doy las gracias, me faltan dos meses para cumplir 90. —Me lo creo porque usted me lo dice pero no los aparenta—. Soy viejo. En eso de preguntar y responder ya estábamos en Torreforta. Pues si señora 90 tacos y ya me ve, en recuperación de mi caída, dando vueltas en autobús por pura distracción; usted también se la ve de muy buen ver, ¿van por su pueblo en verano? —Si usted lo dice, será verdad, muy amable, pero yo también llevo mi mascarilla y mis ojos han perdido viveza, si me hubiera conocido de joven, en el pueblo me llamaban la Shirley Temple por el parecido… La verdad es que vamos poco, con eso de los hijos y un apartamento que tenemos a la Pineda se nos va el tiempo, bueno, la próxima es mi parada, muy amable, que se recupere pronto de su… eso de la cadera; haber si alguna vez nos encontramos por la Rioja o mejor por la Pineda—. Nos despedimos, con un codazo, de charla en un autobús con una riojana que seguramente no veré más, que sin decirnos nada en lo hablado, me hizo resurgir sentimientos inesperados.

—Albert, me alegra que a estas alturas tus sentimientos inesperados vuelvan a florecer en tu corazón, me gusta verte tan risueño y “eschorrao” siempre que respetes las normas del buen hacer, no te metas con riojanas casadas y, de… “Alcanadre, la mujer sabía sale”. Tu ya no estás para esos trotes de conquistador autobusero, más aún, puedes conquistar por Internet, eso sí, falseando fotos y datos ocultos, pero sin salirse de la aplicación. En vivo, no te comes ni un rosco, no se te ocurra quedar en cita; sin poder darle a la bici no llegas a ninguna parte y el andar no se te da bien. No lo intentes o tendrás muchas decepciones que te pueden perjudicar tus arritmias coronarias y tu moral de macho ibérico.

—La excursión a tus años, me ha parecido que es todo un logro en tu estado de convalecencia y si tus fuerzas te dejan creo que es un buen motivo para ver tu ciudad sin aburrirte y quien sabe igual encuentras… una cuidadora que te ponga, como tú dices a tono y te suba y baje… del autobús con muleta incluido ¡es broma! No me lo tomes en cuenta mi soplo-vaho esta de coña. Pásate tu tiempo como mejor puedas, todo es tan efímero que el segundo que aproveches tiene valor, te lo dice un soplo-vaho astral que sin ver, ni oír, ni hablar los minutos los tiene olvidados por haberlos cambiado por toda una eternidad de descanso, sin esperar la resurrección de los muertos. Siempre que uno lo crea o le vaya bien puede acogerse a una de tantas religiones que tenéis en vuestro mundo por muy absurdas que sean y que sólo sirvan para dar vida al propio prior de la religión que uno escoge, con benevolencia adinerada para la propia congregación.

Tu a lo tuyo, no hagas caso de tantas encíclicas papales, piensa en mí y no te preocupes del más allá, que cuando tu llegues por esto lugares como soplo-vaho astrales siempre te podrás encontrar con mi soplo-vaho alegre y algo burlón e incluso con ganas de reposo infinito. Además de todas las que en su día fueron parte de familia y amigos, incluso con alguna ex novia tuya. Mejor no lo vas a encontrar, esto sí es el paraíso astral, no te cambies por ninguna de esta creencias tan represivas de ninguna clase de dioses, piensa siempre que tu eres Dios y cuando tú te acabes se a terminado de ser Dios. Cuídate de todos los males temporales y que los gobiernos no os hundan todo el sistema empresarial de autónomos estos políticos zanguangos que tenéis como abanderados del poder ¡Ya está bien con tanta zarria!— 

NUNCA NADA NADIE

Me pregunto con cuánta de esta gente 

volveremos a estar o cual será su nombre
si tendrán esta rabia común
por las malas jugadas de la vida
o esta felicidad momentánea
y dorada
que atraviesa los parque y las manos
si este espacio que ahora compartimos
será mañana otro si mañana seremos
quizá otros y nos conoceremos desde cero
y no recordaremos el momento
en que pisamos juntos estas plazas
la canción que sonaba en aquel saxo
aquel niño perdido que lloraba en el suelo
o la belleza fugaz
de los semáforos
en los que todo el mundo se besaba.

                                              Poema:Rosa Berbel (Sevilla, 1997)