Sombras

martes, marzo 30, 2021

CERVERA DEL RÌO ALHAMA –Desde el castillo, barrio Santana

Barrio Sata Ana

SANTA ANA, BARRIO SOMERO

Siendo pequeña que grande eres Cervera del Río Alhama, tus ciudadanos esparcidos por estos mundos te llevan dentro de sus corazones, para conservar el olor de todos los aromas del buen oler de sus montes y sus tablas de pequeño conreo e incluso del mal oler de su cuadra, pocilga, corral y ollas de fiemo de pueblo de antaño, simplemente rural. Acomodado en su anfiteatro de montes agrestes de piedras “dinosaurianas” esparcidos por sus alrededores junto con aromas a flor de grandes hierbas donde liban abejas mil, para darnos su miel para paladares especiales, si la oteas con ojos profundos de buen mirar, ¡Qué bonita es! ¡Me gustas! Siendo pueblo emigrante, donde los ciudadanos con pena han tenido que dejar sus tierras y casa para encontrar un bien estar en diferentes ciudades e incluso continentes por falta de trabajos remunerados, porque industriales no les pudieron proporcionar un trabajo digno a sus menesteres, seguramente no vieron una inversión que pudieran explotar a su comodidad; siempre quedan pequeñas excepciones la industria alpargatera de toda la vida en Cervera del Río Alhama y algo conservera a nivel casi particular. El cerverano ama a su pueblo pero no quiere postrarse a sus exigencias de los demás. Así y todo, los recuerdos perduran en todas su andaduras por las diferentes pueblos donde se aposentan. Llegando a ser unos grandes profesionales en todos los desempeños realizados por esos mundos, perduran y siguen siendo unos amantes de su pueblo. Cervera del Río Alhama, su pueblo.

Luisa, veras que aunque tú no estés acompañando mi soledad de pareja, tu pueblo lo llevo incrustado en mi hígado mal trecho de tantos chiquitos de néctar de dioses, sigo con el néctar, me dejaste un buen legado ¡tu querido pueblo y sus costumbres! cosa que a mi modesto desempeñar de cerverano procuro posar todo el amor que tu nos distes a nuestros hijos y nietos y bisnieto para que tu legado sea un símbolo de buen hacer entre dos pueblos vividos; sin dejar de recordarles el solidarizar también su pequeña patria Cataluña, lugar donde nos toca estar y compartir. Somos de aquí y de allá con todo el amor que uno puede dejar en este recorrido de nuestra pequeña y singular vida: sin esperar nada ni de unos ni del otros, solamente lo que nosotros, familia, en nuestro vivir hayamos podido aportar de bueno en las dos partes de nuestros pueblos. Luisa, me estoy pasando en recordar lo mucho que te recordamos, es que tú eras tu, muy cerverana en Cervera y muy catalana en Cataluña, cosa que no se da muchas veces en personas emparejadas como nosotros dos de diferentes regiones, siempre recuerdan lo global, lo patrio, pero se dejan lo esencial el pequeño núcleo, que es el principio de un mundo universal. Mi lema, equivocado o no, puede que sea, es: ¡ay que amar donde tus padres te concibieron y naciste, tu familia, amigos, pueblo, región, autonomía; si estas son tus armas seguro que amas a tu próximo, tu nación, tu mundo, tu universo!; tu casa esta bien cimentada has empezado con buenos fundamentos por tierra, lo que uno no puede hacer es empezar la casa de golpe desde el cielo, es sólo un pensar mío, igual confundido por los años vividos. Seguramente los más adelantados futuristas podrán parecerles memeces, mi inútil pensar, bueno allá ellos, el tiempo puede a uno cambiarle todo razonar. A finales de mi vida lo que perdura en mi es mi familia y mi pueblo. No he sido un gran trotamundos, pero siempre el mundo ha estado dando vueltas en mí, me he movido en él como mejor he sabido.

Luisa, el otro día termine mi perorata diciendo “Raro, raro, raro” te lo dije a consecuencia de todo lo que nos está pasando con el Covid-19, yo lo siento por dañar a los que han tenido la desgracia de haber tenido alguna muerte por el virus, vuelvo a pedir perdón, yo he estado casi tres meses en el Socio Sanitario del Hospital Juan XXIII de Tarragona por rotura de acetábulo fémur derecho, durante el tiempo que estuve en dicho SSHJXXIII, las enfermeras nos cerraron las puertas de la habitación compartida con otro enfermo, cuatro veces durante el tiempo que estuve allí, esto quería decir que hubo cuatro muertes durante el cerrar de puertas, si algún fenecimiento se produjo de noche, nosotros postrados en lecho del socio del hospital no nos enterábamos. Se puede extrapolar multiplicar por Socio Sanitarios Españoles = a X.  Las muertes eran por causas de enfermedades de vejez o por traumas. Contiguo a nuestra estancia, sólo separada por pasillo, había los del Covid-19, me podía acercar al pasillo con mi silla de ruedas, pero no podía entrar, me fijaba muchas veces, veía enfermeras ajetreadas con sus cubre-plásticos como protector del virus pero no sé si en el tiempo que yo estuve allí tuvieron tantas bajas como en el Socio, seguro que también lo pasarían mal los del virus. Digo esto, ¡Cojones!  Porque no podemos parar la vida, como la estamos parando desde hace un año y menos con formas  a veces increíbles que nos hacen dudar a muchas personas de todo lo que pasa, seguramente se tendría que pensar en hacer todo lo posible de otra manera, sin parar toda la economía, muchos se van a quedar en el camino por inhalación de remedios confundidos. Vuelvo a terminar con él: Raro…raro…raro.


—Que quieras que te conteste mi querido esposo; verás que poco a poco me voy humanizando; estoy bien pero algo desaborida, y tú con tus misivas me alegras el soplo-vaho astral sin ver ni oír ni hablar. Puede que tengas razón en toda manera de mirar las cosas, siempre la tuya, que algo raro también tendrás, recuerda eres Catalán y mi madre me decía: ¡No es raro, raro, este catalán “fotut”! Como tal, los castellanos viejos os tilden de raros, habláis una lengua románica ancestral y pasada de moda para el resto de pueblos ibéricos que estamos al día de La Real Academia Española. Verás, si de algo me sirve mi óbito y mi estancia en el descanso eterno es que mi soplo-vaho, en lo poco sin ver ni oír ni hablar ¡no sé por qué coño! las pocas ideas, por entendernos, las tengo más claras y no me dirás que siempre procuro aconsejarte, con ecuanimidad en todo lo que te digo, desde mi postura de soplo-vaho astral postulante a ultra tumba. Me sigues chocando tu manera de ver las cosas cercanas a pensamientos filosóficos de viejo ido. Seguro que el filosofar te sirve como remedio de estar. Allá con tu remedio, si evitas sicólogos o algún fármaco; bueno es.

Si en algo os puedo aconsejar de vuestras vidas terrenales, es que sigáis cada uno como es. Y tu intentar dejar atrás los miedos que os están inculcando políticos, politólogos verbeneros, periodistas receptores sin imaginación, y telediarios de relleno de un mundo distorsionado, no te preocupen a ti los desastres que puedan llegar en tu mundo ya no te cogerá “amb els pixats al ventre” con los meados en la barriga, ya estás en un punto de panceta vetada con servicio cumplido para un descanso merecido, dormido sin sueños para siempre esperados… porque no. Te sean bien llegados.
No quiero dejarte con mal gusto de boca en mis consejos de espacios astrales, al fin y al cabo, no es más que un pasar de vuestras vidas que yo en su día también pasé y lo dejé, sin ni siquiera supe cuando me pasaría tal viaje astral. Tengo que decirte que ojalá tengáis mi suerte en pasar el momento sin desesperación de ninguna clase, lo demás, viene todo bordado. La incineración que decidisteis en mi sepelio, fue acertada, el soplo-vaho es inmediato asimilado por el espacio astral en el momento de sus cenizas son puras como el aire de una cima virginal; cosa que la sepultura de nicho terrenal, falla mucho a consecuencia de la tardanza en la putrefacción del cuerpo y esto retarda el llegar cada uno en su forma de alma de pensar religiosa o soplo-vaho astral ateo. Todos son buenos si uno esta de acuerdo en ellos. Cariño que descanses y no te apures algún día podrás acercarte a mi pueblo, a mi casa, bueno a casa de tus hijos, eso sí de incognito, como el Zorro enmascarillado y con ojos saltones de tanto mirar sin ver ni comprender. Haber si te vacunan con la vacuna que sea, pero que te den el salvoconducto de fronteras comunitarias. —

Luisa el día 26 de marzo nos dejo el que fue nuestro buen alcalde Don Fernando Pérez Moreno (Ventura) te lo hago saber porque era un buen amigo tuyo y mío. Si os encontráis no dejes de ayudarlo en lo que puedas, como veterana de soplos-vahos astrales que ya sabrás todas las triquiñuelas de vuestros descansos astrales. Un sentido pésame a la familia. Y en su creencia, descanse en paz.

PARA MARISOL ILSAUS

Promediaba el verano
y de pronto
comenzaron a helarse las manzanos.
Dalias segadas cegaron
los caminos…
un huida de luna dejó al mundo en tinieblas.

¿A dónde vas, Perséfone?

Tu sombra aún cubre los prados de dulzura
resuena aun la flauta acompasada
pero este cierzo a deshora nos ha herido
para siempre el locus amoenus.

¿A dónde vas, Perséfone?

Te arrastran y te aferro…
Regueros de desastre señalan mi tarea.
Arde la belleza del mundo
que aún no se percata…
aguas mansas aún fluyen despaciosas…
en los alamos altos un susurro
ya para siempre herido, todavía…

Estamosjuntas en la feroz encrucijada.
De tu lado, silencio
del mío, una pasión
que se aferra a tu túnica.
Nos destroza los pies este jalar
negándonos a este maldito tiempo
que gime y se termina…

Y me hielo adivinando
que esta vez si te vas, no volverás
con la boca manchada de granadas.

¿A dónde vas, Perséfone?

En medio del invierno te anunciaba de pronto
un rumor de follaje en medio de la nieve…
Eras tú que volvías con la melena limpia
y esa sonrisa tuya enarbolada
y vencedora, siempre…

Me tomabas las manos heladas por la espera
y me decías suave…¡vámonos!
Vámonos a beber el vino delgado de los días
Vámonos a desgranar bajito los misterios gozosos…

¡Vámonos!
y yo iba.
Y subían los cielos
y mecían los álamos
en loca algarabía…

¡Dime!
¿Qué voy hacer ahora si no vuelves?
qué, con las sillas juntas y el vino en el verano
¿Qué voy hacer con mi alma, Perséfone
si tu no me la entibias conversando…?

Arde el frío…
Todas las horas dulces que pasamos
asisten y me hieren
y duele, duele tanto.

Aquellos carpe diem que nos ungimos
gloriosas y embriagadas
bebiéndonos a medias los gozos y las penas
son ahora saetas…son heridas
Ya no sé decir el conjuro que te mantenga de mi lado.
Tengo la boca saturada por mi atroz madurez…
Se me olvidó el abracadabra.

Solo soy un apretar tu mano
sólo soy un aferrar tu sombra
sólo un silencio feroz…
un querer de piedra.

¡Dime!
Tu melena, ¿fue un espejismo en el verano?
Tu voz…¿una ilusión ilusa?
Jirones de tu túnica
engarabitados dedos
pies desollados
sobre tierra ya yerma…

¿es todo lo que queda?

Esos ángeles tuyos arriba de mi mesa
ese verde que sabías que tanto me gustaba
derramando en mis cosas…tus cartas deliciosas…
esos ecos de tu invicta presencia acechando
en lo oscuro, en lo rojo…

¿es todo lo que queda?

Y no entiendo…
Ese mecer de viento allá en los álamos
ese susurro pertinaz sobre el destrozo
sobre la zanja, sobre el barro, sobre…

Dime…¿también queda, Perséfone
También, la brisa…queda?

 

Poesia: Begoña Eguiluz. (andrabaltza.blogspot.com)

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